Como ha pasado desde hace años, la llegada de los medios masivos de comunicación provocó cambios notables en muchos de los aspectos que considerábamos cotidianos, y el mariachi no fue la excepción. El mariachi de Gaspar Vargas de Tecatitlán, por ejemplo, era bien conocido en su región a principios del siglo XX, lo suficiente como para que se le llamara a participar en los primeros programas de radio de la época. Cuando Silvestre Vargas tomó la dirección, en la década de los treintas, eran lo suficientemente reconocidos como para hacer presentaciones públicas, por lo que cambió el vestuario de sus músicos a uno inspirado en el de los charros, al tiempo que, impulsado por sus estudios de música, decidió experimentar, agregando las trompetas al conjunto, que ahora se llamaba Mariachi Vargas de Tecalitlán. Para finales de esa década, ya se habían definido con la apariencia actual, y muchos de los demás conjunto siguieron su ejemplo, hasta que se volvieron la norma.
Actualmente, el mariachi ya es una parte importante de diversas festividades, al grado de que difícilmente se puede pensar en ciertos eventos sin ellos. Se han convertido en una parte indispensable del sentir nacional, y su música es la que, sin lugar a dudas, nos define en el extranjero.
Con esta entrega, terminamos la serie de entradas dedicadas al mariachi, algo que sin duda no podrá faltar durante estas fiestas patrias.
La Historia del Mariachi (III)
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