«El Malo del Bronx«, el legendario trompetista de Puerto Rico, la comparsa perfecta de “El Cantante”, se presentó el pasado 31 de mayo de 2019 en el céntrico Teatro Metropolitan, lugar que ya en otros momentos ha albergado a grandes de la Salsa; Willie Colón, es una leyenda, un ícono de la música afrocaribeña, pero también es un hombre, un hombre que vive en el caribe y que hoy tiene casi 7 décadas de vida, y que pese a ello se sigue entregando al máximo a su público, no en balde que el nombre de esta gira sea “La Rumba del Siglo”, un justo homenaje a su carrera y la carrera de varios de sus contemporáneos, canciones que sin duda marcaron una época, una era, y a muchas generaciones.
Al recinto se dieron cita personas de entre 13 y 99 años, ya que la salsa de Willie y amor que la gente tiene por ella, trasciende el tiempo. La presentación, para muchos el concierto “quedo a deber”, lo mismo por la falta de algunas piezas que algunos consideran imperdonables que nos sean interpretadas en los recitales, y en otras en parte por las largas pausas que el icono hacía, pese a que el neoyorquino, desde el segundo número se disculpó con su público, ya que la altura, y seguramente la contaminación, de la Ciudad de México, le afectaron notablemente como se vio desde los primeros minutos del show.
Pero para quienes realmente pudieron apreciar, la potencia de voz que aún guarda, pudieron ver a un hombre que aún se entrega en el escenario; que deleite y privilegio, que en la era del auto tune, que aún podamos escuchar una de las mejores orquestas en este género musical; que en un mundo globalizado con música poco elaborada aún podamos apreciar los trombones de y el saxofón de su gente, así como vibrar con las percusiones; el resto de los músicos no desentona, todos dirigidos por el gran el gran Martinho Dávila.
Que privilegio que aún podamos disfrutar del legado de un grande, quien de manera correcta y simbólica da un pase generacional a sus coristas, dos barítonos excepcionales; que gusto y que privilegio, que el Malo, el rey de la Salsa, el hombre que junto al Legendario Héctor Lavoe revolucionaron al mundo de la música desde la década de los 70.
La velada inició a las 20:40, el escenario se encendió con la fuerza y potencia de “Talento de televisión”, apenas se escucharon los inconfundibles acordes de los alientos y el público enloquecía, Willie Colón apareció portando un traje azul cobalto, una camisa blanca y gafas oscuras, ya que la luz del escenario ya le causa algunas molestias; a este éxtasis le siguieron la interpretación de: “Fantasmas”, “Bacalao”, “Calle luna, calle sol”.
Más tarde vendría «Mi sueño», «Sin poderte hablar»; más adelante “Asia” y “Casanova”, pieza que pocas veces interpreta, así como media docena más de piezas clásicas, destacando el momento emotivo de la noche, como era de esperarse, el homenaje a Héctor Lavoe, las almas presentes en el recinto se conmovieron hasta lo más profundo de su ser al escuchar icónicas piezas de la música afrocaribeña, y es que el genio dio pauta al lucimiento de sus coristas y músicos, se escucharon: “La Voz” canción que en homenaje creara al lado de Rubén Blades para el célebre “Rey de la puntualidad”; “Periódico de ayer”, “Todo Poderoso” y por supuesto “El Cantante” al que Colón diera voz en esta ocasión, para beneplácito de los presentes.
Por último y para cerrar la noche, “Idilio” y “El gran varón” coronarían esta velada. Cerrando así una de las más polémicas, emotivas y exquisitas, presentaciones del Chico Malo, del icono de la salsa.