El siguiente texto, apareció de forma integra por primera vez en Kick Ass 9, edición México, cortesía de Panini Cómics, el cual aún puede ser conseguido por todos en tiendas especializadas, puestos de revistas y claro en la página y tienda virtual paninicomics.com.mx
Una de las características que hacen muy atractiva a la literatura es que la obra tengan verosimilitud, esa cualidad que nos permite que nos perdamos en la dimensión de la obra, haciendo que el titulo nos envuelva y nos sumerja en el universo del que el autor nos habla no mostrándose como una tierra paralela sino como una conjunción de ideas que hacen un mundo posible.
Esa es quizás la razón por la que las obras de Mark Millar han sido tan atractivas para muchos, ya que mientras los meta humanos son en verdad imposibles de concebir en una posible realidad, su obra es totalmente factible en la imagen y colectivo de la gente, contrario a la gente que vuela, es invulnerable, inmortal, pero sobre todo que carece de sentimientos comunes para el ser humano, justo es esa omnipotencia los hace inverosímiles.
No está de más que por algo Kick Ass, Wanted, Nemesis y KinderGarten Súper Héroes ha sido o serán próximamente adaptadas al cine o la televisión, ya que sus hazañas, en su mayoría no se antojan nada imposibles.
En el caso particular de Kick Ass, sus proezas, como muchos las conciben, bien pueden ser el resultado un poco de entrenamiento físico, pensando en que no tengamos los fracasos del persona, mucho estudio, conocimiento de física, un poco de robótica y capacitación en defensa personal, ¿Alguien dijo Big Daddy?
Los personajes como Dave Lizewski tienen ese encanto, que si bien nos sumergen en su psique, también nos hacen proyectar algunas de nuestras más intrínsecas emociones.
Kick Ass posee el encanto de ser un hombre común, que se trata de esmerar por llegar a la madurez mental y física, en una vendetta propiciada por la tremenda influencia de los cómics en él, y consecuentemente la frustración de no obtener sus objetivos, pese a todo parece ser que el personaje es un ser analítico que aunque infalible, en el fondo puede ser como cualquier hombre, es esa infalibilidad lo que lo hace poco común al resto de los hombres, así es como se crean las obras verosímiles, combinando varios elementos que parecen lógicos, terrenales, pero con uno que lo hace único, diferente, que es fantásticamente imposible que en la realidad alguien quiera ser un súper héroe, sigue teniendo esa magia.
Es esa virtud que posee la premisa y que es la que lo hace un poco más creíble, más cercano a las personas de a pie, al lector promedio, al ciudadano que busca en sus historia el imaginar, el fantaseas, mostrar quizás deseos reprimidos, olvidando su persona, de su vida, de sus problemas y dispuesto a gozar de la ensoñación de sus historietas.
Ahora bien, entendamos un poco más de lo que hace verosímil a estos persones, la sociedad actual nos mueve de tal forma que el excesivo ritmo de vida, la velocidad con la que vivimos, impide que seamos capaces de ser asertivos, de poder conducirnos de manera adecuada en diversas circunstancias, producto una sana convivencia de un desenvolvimiento natural, y justo esa es la principal característica de Dave Lizewski.
La sociedad actual pone en las manos de jóvenes muchas herramientas mediáticas que lo hacen crecer como individuo, pero la vez los hacen dudar más de sus capacidades, le ponen en la encrucijada, que si bien sus predecesores se enfrentaban a una verdad absoluta heredada de generación en generación, hoy día ellos se enfrentan a un abanico de posibilidades de verdades.
Dave Lizewski, es un niño que, como muchos de su generación crece sin uno de sus padres, refugiándose en los cómics, esto hace entre otras cosas, que entre en una crisis de valores, complicaciones e inseguridades, cree estar haciendo lo correcto, pero sabe que no tiene idea de cómo hacerlo.
Los adolescentes siempre han sido introvertidos, sobre todo a la hora de tener comunicación con sus padres, sumemos ahora las diferentes habilidades tecnológicas que los jóvenes de ahora y sus padres, o ver solo de forma de pensar y entender el mundo por ambas partes hoy día. Los adolescentes del siglo XXI no tienen nada que ver con los de hace dos décadas, quienes poco tenían poco que opinar o influir de las decisiones de los adultos, sin duda estas formas de participar en la realidad cambia drásticamente la forma de entender el mundo, y claro esto es sólo una pequeña parte del encanto y de la verosimilitud de Kick Ass y Hit Gilr como los adolescentes del Siglo XXI.