Siempre resulta un tanto pretencioso decir que escribes una lista con “lo mejor” de cada año, porque a todas luces, no vimos todo el cine que se exhibió, y evidentemente, la lista termina siendo una selección personal.
Pero vale la pena hacerla porque al igual que en el 2020, la experiencia estuvo marcada por el auge de las plataformas, los cines cerrados por varios meses y la modificación de la experiencia en festivales con modalidad híbrida. Por todo eso y algo más, estamos viviendo un debate interesante acerca del cine en sí mismo y su apuesta hacia el futuro,
En este escenario, tuvimos oportunidad de acceder a propuestas creativas, interesantes y con muchísimo oficio cinematográfico. Es claro que será la creatividad lo que atraiga a un público que se está acostumbrando a la comodidad de su hogar y a la variedad de contenidos disponibles. Y si bien el cine no es solo “contenido” al parecer para muchos de las y los consumidores si lo es.
También es importante decir que algunas de las películas más relevantes del año, fueron sacudidas profundas. Cintas que intimidan, cuestionan, sorprenden, asustan y en ocasiones repugnan, fueron las más importantes y de las que más se habló en este segundo año pandémico. Quizás sea porque al tratarse de un año retador, requería de otro tipo de impactos habiendo cineastas que basaron su creación en ese supuesto con resultados poco más que sorprendentes.
La apuesta al final, parece que será crear audiencias que no se conformen con variedad de opciones, sino que elijan productos de calidad, más allá de los blockbusters. Y a mi juicio, quienes en este año post pandémico cumplen cabalmente con ese propósito, son las siguientes:
- El poder del perro (J.Campion 2021) Una mirada a la masculinidad, dentro de una historia que sucede en el lejano oeste sin ser propiamente un western. Actuaciones grandiosas y muy bien dirigidas por Jane Campion, quien es experta en crear ambientes asfixiantes y torturadores.
- Titane (J. Ducorneau 2021) Extraña, incómoda, diferente. Una película para ver, pensar y sentir, pero sobre todo, plantearse el tema del género y el cuerpo que se habita, a partir de una historia sobrecogedora.
- Annette. (L. Cárax, 2021) ¿Quién dice que un musical no puede ser siniestro? Cárax nos demuestra que es posible y no sólo eso: hay historias oscuras que no serían tan impactantes, ni posibles de contar, sin una buena música de fondo.
- Benedetta (P. Verhoeven) Irreverente y provocativa, Benedetta es mucho más que una película acerca de la doble moral del clero con respecto a la sexualidad. Se crece en su irrespeto por los milagros, y la codena de la mano dura y la manipulación, para regalarnos una sátira de la corrupción y el uso del poder sumamente interesante.
- El misterio de Soho (E. Wright, 2021). Un thriller bien armado y técnicamente impresionante que además trae de la mano a Anya Tailor- Joy en su mejor momento. El guion apresurado hacia el final, no le quita el mérito de haber logrado una de las cintas más comentadas en este 2021.
- Dune (D. Villenueve,2021). Reinventando el socorrido remake con una cinta pulcra y cuidada, que si bien no nos cuenta nada nuevo, hace uso de enormes cualidades visuales y técnicas. Un cine hecho para la gran pantalla, apostando a la vuelta del público a las salas.
- Una película de policías. (A. Ruizpalacios, 2021) A veces no es lo que cuentas, si no la manera en que lo haces. Y este es un perfecto ejemplo de cómo entrar y salir de la ficción, narrando una historia real de la que supondríamos que lo sabes todo: la corrupción en los cuerpos policiacos.
- Violet (J. Bateman, 2021) ¿Cuántas cosas nos han dicho que acabamos creyéndolas a fuerza de repetición? Esta película trata de eso. Y el resultado es poco menos que perturbador. Una voz en tu cabeza que no es esquizofrenia, sino la voz colectiva de nuestros prejuicios, intimidándote, frenándote, condenándote.
- Noche de fuego. (T.Huezo 2021) Una crónica de lo que significa ser niña y crecer en un ambiente violento y peligroso. Una oda al derecho a la ternura, la sonrisa y la libertad.
- Cordero (V.Jóhannsson, 2021) Un drama familiar con elementos sobrenaturales que la vuelve inclasificable. A partir de un relato basado en antiguas leyendas islandesas, la película aborda la maternidad, el duelo, la soledad. No sé si da miedo, pero seguro horroriza con las comparaciones que hace y la animalidad de prácticas humanas que consideramos “civilizadas”.