En el blog de entretenimiento Tva nos encontramos una articulo sumamente interesante sobre las caricatura en nuestro país. Algunos de los aspectos mas importante:
«Los mexicanos somos «carrilleros» por naturaleza. Todos somos de alguna marera afables a la sátira, a Carlos Salinas le debe gran parte de su popularidad a las caricaturas»- Comenta la autora del artículo en sus primeras línea.
Estoy hablando de la facilidad que tienen para ser copiados y reconocidos por cualquier hijo de vecino, obviamente, aunado a la calidad gráfica de nuestros «moneros», como cariñosamente llamamos a estas hábiles manos en que se encargan de hacer»monos» de los monigotes de carne y hueso.
Cita a Juan Manuel Aurrecoechea y Armando Bartra:
«Los monitos mexicanos son la crónica de una historia sin historiadores (válgame todavía más)… testimonio impreso de la sensibilidad popular; registro involuntario de sabiduría e ignorancia».
La autora del artículo Saraí comenta.
El Fisgón, Hernández y Helguera han impuesto un nuevo estilo de caricatura en México, con libros como Me lleva el TLC en el 93, El sexenio me da risa (1994), El sexenio ya no me da risa (1995) y El sexenio me da pena (sobre la administración de Zedillo).
Fidel Velázquez, considerado el personaje más caricaturizado. Luego sigue Salinas (¿a alguien le sorprende?), Cárdenas, Zedillo y, por supuesto ahora Fox y Martha.
Naranjo, Rius, El Fisgón, Helguera, Trino, Hernández, Magú, Helio Flores, Quezada, Polo Jasso y todo un ejército de mentes ingeniosas son los representantes de esta forma de expresión, satírica, «mexicanota», agresiva y a la vez propositiva que invita a la reflexión. Dicen lo que otros callan (bueno, lo dibujan), a veces «manchado» y otras sutilmente, pero siempre con la consigna de hacer pasar un buen rato al lector y ventanear a quien se deje.