Mank. USA 2020
- Dir: David Fincher
- Reparto: Gary Oldman, Lilly Collins, Amanda Seyfried, Charles Dance, Tuppence Middleton.
Quizás el ejemplo más claro – o didáctico, digamos- de lo que es la intertextualidad en la cinematografía, lo constituyen aquellas películas que cuentan la historia del cine mismo. Ejemplos hay varios, y algunos de ellos muy destacados, como Cinema Paradiso (G.Tornatore, 1988) y más recientemente Érase una vez en Hollywood (Q. Tarantino, 2019), de entre muchos otros ejemplos.
La historia del cine nos gusta, entre otras cosas, porque nos permite reconocermos en las películas que consideramos parte importante de nuestras vidas. Es como reencontrarse con un viejo amigo. Y en ese sentido, Fincher logra conectarnos con uno muy conocido e ilustre: El ciudadano Kane (O. Welles, 1941) que es para algunas personas, la mejor película de todos los tiempos.
Si bien podríamos decir que en gustos se rompen géneros, es un hecho que la historia detrás de un gran clásico y con una leyenda negra tras de sí, ya es suficiente moitvo como para atraer nuestro interés. Y en eso, la película de Fincher para nada decepciona.
Mank se centra en la polémica figura Herman Mankowiszt de quien fuera guionista de El Ciudadano Kane, aún y cuando Orson Welles se asumía como director, productor, actor y guionista. Por si fuera poco, la película sólo gana un Oscar a mejor guion original, a pesar de estar nominada en otras categorías. Ninguno de los dos se presentó a recogerlo durante la ceremonia
¿Porqué Mank primero no quería el crédito y luego sí? ¿En quien se inspiró para esta historia? ¿Por qué se trató de boicotear para que nunca se filmara?
La película trata de dar su versión a todas estas interrogantes, y lo hace además con una singular maestría narrativa inspirada en el mismísimo ciudadano Kane. Utilizando el blanco y negro como recurso narrativo, recurriendo al flash back para ir de atrás adelante continuamente (tal como lo hacía Welles), e incluir algunas imágenes inconfundibles y fácilmente reconocibles de la famosa película, Fincher reinventa un clásico y nos regala una historia profundamente interesante. Es una carta de amor de alguien que también ama profundamente al cine.
Si a ello le añadimos la increíble interpretación de Gary Oldman y su interacción con Lilly Collins y el gran trabajo de Amanda Seyfreyd, tenemos todo lo que se necesita para un interesantísimo documento fílmico.
Mank también nos recuerda que la industria del cine, siempre ha sido un buen negocio y que ricos y poderosos están ligados a él, más allá de la discusión sobre el valor artístico de las cintas que se filman. Ese Hollywood de oropel, se nos presenta distinto, más cercano a las debilidades humanas, las ambiciones y el deseo de dejar huella.
Una cinta apta para quienes aman el séptimo arte y sobre todo, para quienes les gusta que les cuenten una buena historia. Seguramente la disfrutarán