Mi primer acercamiento a el grupo cómico musical argentino Les Luthiers, fue en 1991, cuándo un compañero del servicio social en el C.E.C.yT. me habló de ellos y me obsequió dos audiocassettes con su material.
Escucharlos por primera ocasión fue un agasajo lleno de ataques de risa, pues escuché entonces un humor sin igual, fresco, dinámico, culto y muy retirado del humor mexicano al que estaba acostumbrado.
Sin embargo, el seguirles la pista, en una época en que el internet estaba en pañales, fue algo difícil, ya que en realidad sus obras no eran conocidas tan comercialmente, lo que los hacía hasta cierto punto, artistas underground, pero aún así, en años posteriores, logré conseguir algo más de su material en los circuitos de Ciudad Universitaria.
El camino para seguir a estos genios ha sido largo y lleno de experiencias, desde haber asistido a cinco de sus presentaciones en la Ciudad de México (la primera en Febrero de 1994 y posteriormente en 1997, 2001, 2003 y 2009), hasta coincidir con uno de mis mejores amigos en el gusto de su arte, descubrir todo el material de ellos que inunda ahora la red, ser admirador y promotor de su trabajo (a todo nuevo conocido le preguntaba «¿Conoces a Les Luthiers?» y si no, se los presentaba), hasta haber conocido en persona a Daniel Rabinovich (1943-2015) en alguna de sus visitas a nuestro país (cabe mencionar que gracias a mi amigo mencionado, Eddie Eynar, quién incluyó en su tesis una investigación del grupo).
En fin, Les Luthiers que fuera formado en 1963 por cuatro jóvenes universitarios, que a punto de cumplir 60 años de existencia y con once diferentes integrantes, con presentaciones en prácticamente todo el mundo de sus 36 espectáculos y un éxito inusitado entre todo tipo de gente… se ha quedado sin un integrante más, uno de los fundadores (quedando sólo uno de los cuatro, Jorge Maronna y aún activo en el grupo), Marcos Mundsotck, uno de los más creativos y representativos del grupo, por la tesitura de su voz, grave y elegante, misma que en muchas de los números del grupo, fungía como narrador.
Marcos sufría ya de un año atrás, dolencias a causa de un tumor cerebral, mismo que terminó venciéndolo el pasado 22 de abril, dejando un gran vacío en el mundo del humor.
A lo largo de su vida Marco fue casi ingeniero, cantante en un coro, locutor, presentador, escritor, guionista, humorista, músico, creador, actor de cine, de televisión y de doblaje.
Les comparto para recordarle, algunas imágenes de su última película, del 2019, El Cuento de las Comadrejas (que originalmente se llamaría Regreso Triunfal), un remake de otro filme argentino de 1976 (Los muchachos de antes no usaban arsénico), éste remake dónde vemos vemos a Mara Ordaz, una actriz retirada, estrella de la época dorada del cine; Pedro de Córdova, su esposo, un también actor retirado; Martín Saravia, un escritor cinematográfico de la vieja escuela (Marcos Mundstock) y Norberto Imbert, un viejo director (cabe resaltar que en el filme origianl de 1976, los habitantes de la casa eran además de la actriz y su esposo, un exmédico y un exadministrador de la actiz), cuando llegan los jóvenes Bárbara y Francisco a su pequeño y equilibrado universo dentro de su casona, convenciendo a Mara de vender el inmueble, poniendo en diversas situaciones a los otros tres habitantes.
Ésta película coescrita, coproducida y dirigida por Juan José Campanella, afamado y reconocido guionista, productor y director de cine y televisión, es ya considerada cómo una de las mejores obras de humor negro y ácido de estos tiempos; además cabe señalar que Campanella dirigió el filme El Secreto de sus Ojos, ganadora del Óscar cómo mejor película de habla no inglesa en 2010, entre muchos otros premios, por lo que no sería raro que en un futuro no muy lejano, veamos a Marcos Mundstock como uno de los actores que han sido parte de la historia de la cinematografía mundial.
Si conoces a Les Luthiers, es un buen momento para escucharlos en honor de el gran Mundstock… y si no los conoces aún ¿qué esperas para integrarte al maravilloso y fantástico universo de sus obras?
Johann Sebastian Mastropiero los recomienda.
Y recuerden que «leer un comic« escuchar a Les Luthiers diario, mantiene una imaginación sana.