Nacida en la Ciudad de México, la inclinación por el arte la heredó de su madre, quien fuera pintora y concertista de piano.
Estudió la carrera de Diseño Gráfico en la Universidad Iberoamericana, y es el óleo su principal técnica, los coloridos vivos caracterizan su obra, transmitiendo una energía y una sensación de exaltación y optimismo. El sello en toda su obra es la sirena, cuya presencia evoca la fantasía y la belleza de un ser mítico y puede ser considerado como un autorretrato de su autora.
Ha recibido reconocimientos como el Premio Gráfica de Oro, y el Premio del Circulo Nacional de Periodistas.
Ha dado a conocer su arte en la Ciudad de México, en San Antonio, Texas, en Los Ángeles California, en Miami, Coral Gables Florida, en España y en Punta del Este, Uruguay. También realizó exposiciones en varios de los mejores Centros Comerciales de la Ciudad de México.
Participó en el importantísimo evento en MUSEO DE LA CIUDAD DE MÉXICO llamado LAS TRES GRACIAS. Los protagonistas de este evento: Horacio Franco (flautista) Mariana Tapia, artista plástica y Paco Ignacio Taibo II (escritor) con una propuesta multidisciplinaria.
En 2009 recibió el premio «las Palmas de Oro» por estar considerada dentro de las 20 personalidades más destacadas en el año 2008-2009 en el ámbito del arte y plástica de México, siendo nominada como la pintora joven de mayor trascendencia, calidad e influencia en el arte contemporáneo de México.
En Marzo del 2010 recibió un Reconocimiento por la labor Creativa dentro del I FESTIVAL DE MUSICA Y POESIA DE PRIMAVERA en el Museo De La Ciudad de México.
En 2010 recibió el premio LA MUJER DEL AÑO EN LA CATEGORIA DE EXCELENCIA EN EL ARTE, por parte de la CANADEM Cámara Nacional de la Mujer.
Hay pinceles que inquietan, que dan luz, brillo y celestial acercamiento a lo lejano. Uno de esos pinceles se encargó de describir el pensamiento de Mariana, la imaginación y el paisaje, que de no ser por su pintura, no existiría.
La libertad se manifiesta y la pasión se rebela, la luna nos cubre con su manto de nostalgia y deja ver el desdoblamiento de las hadas y de su magia en la personalidad de su autora, así como de la autora a su obra. Es la obra quien alimenta a Mariana y es su autora que la ilumina y la llena de vida.
Reinos de colores, fuerza azulada que matiza el sueño y lo traslada a la euforia de un día utópico.
Castillos de ilusión, Pegaso que vuela con la seguridad de la incertidumbre, paradoja actual.
Concierto solitario que comparte una sinfonía de colores
La noche adquiere luz. Iluminación de melancolías salvadas por la esperanza.
El camino del arco iris rumbo al destino del hogar ideal, de la casa flotante de sueños que inundaron con una cascada de ilusiones lo lejano y lo cercano de lo complaciente.
Es el edén, el cielo y el paraíso o son los tres que se unen para mostrarnos que los mundos mágicos existen.
Donde el cielo baila, el color tiene sonido y la mitología se inserta en la cotidianeidad de un paisaje, así es Mariana, sirena voladora del espacio fantástico.