Tal como lo prometí, aqui tienen la crónica rápida de mi experiencia con Marvel.
Podríamos decir que el culpable de todo, es el amigable cabeza de telaraña.
Aunque desde pequeño, mis padres solían comprarme cuentos (como les decían en aquellos tiempos), en general de Novaro, los que casi no pedía, eran los de superhéroes, y no era por que no me gustaran, al contrario, pero al ser la mayoría de las historias seriadas y al no ser realmente coleccionista y seguidor constante de las series (inocente e ignorante de mi), difícilmente lograbas tener una historia completa.
Pero a mediados de los 80, cuando Novaro dejo de publicar cuentos, me encontraba ya en la secundaria y uno de mis amigos juntaba El Asombroso Hombre Araña, de Novedades, que por cierto, el trepamuros es el único personaje norteamericano, que ha sido publicado, casi ininterrumpidamente en México.
Este amigo me prestaba sus cuentos, mismos que yo disfrutaba, pero al ser historias seriadas, no me convencía el comprarlas, odiaba que al final del cuenta dijeran “Continuara…”
Pero entonces, llegaría el numero con el que oficialmente inicie mi carrera comiquera, El Asombroso Hombre Araña #299.
Este lo compre, porque como celebración, publicaron el origen del araña, para el siguiente numero, publicaron una historia que finalizaba (revise la ultima pagina antes de comprarlo), por lo que me convenció y lo compre.
Lo mismo sucedió con los siguientes números (historias con final y el que los revisaba), mas o menos, para el numero 312, ya me había gustado eso de comprar constantemente cuentos y sin darme cuenta, ya había iniciado mi colección.
Lo malo, que como muchos en aquel tiempo, me gustaba usar las portadas de mis cuentos, para forrar mis libros y cuadernos (soez e imberbe chamaco tarado, hoy arrepentido de esas carniceras e injustificadas mutilaciones a objetos de colección irrepetibles).
Pero una colección no se inicia a la mitad, por lo que me di a la tarea de deambular entre los puestos de revistas atrasadas para buscar números que me faltaran.
Afortunadamente logre reunir casi el 85% de todos los que no tenia (los tendría todos de no ser por aquel #$%&%$ tipo y la señora en un puesto de atrasados, cerca del Hospital La Raza…), así pues, tiempo después llego Vid y en los 90, las tiendas y los grandes eventos de comics, donde entre de lleno a este medio… pero eso, es otra historia.
Como ven, al igual que muchos, fui marcado por Marvel, sobre todo por el arácnido, del cual, a pesar de adquirir hoy en día las ediciones originales USA de este héroe, me gusta coleccionar las ediciones mexicanas del trepador (sin importar la editorial), quizás sea por que soy un romántico empedernido, en fin, esa es a grandes rasgos mi historia con Marvel… ¡Feliz Cumpleaños, Marvel!... y recuerden que leer un comic diario, mantiene una imaginación sana.