La espera terminó y por fin el 14 de noviembre de 2012, el Teatro Telmex 2 pudo abrir sus puertas a uno de los musicales más esperados de los últimos 10 años, «Mary Poppins» versión México. Una producción de Morris Gilbert para OCESA Teatro, protagonizada por Bianca Marroquín y Mauricio Salas.
Impresionante producción, una compañía impecablemente sincronizada en los números musicales, de manera sobre saliente en las coreografías de los emblemáticos y nostálgicos números musicales, sólo una palabra para describirlos: Perfección.
Una de la escenografías más impresionante que hemos visto, efectos especiales y montaje tan memorables cómo el visto en «Los Miserables», el musical que cambio la historia del teatro en México, hace casi una década.
Los números por sí solos son obras de arte destacando, «Ve al Compás». En lo personal no recodaba tan larga la obra, y es que hay números coreográficos para dar y repartir, fue notorio durante el debut que para muchos de los niños en la sala resultaba poco atractivo en momentos, precisamente por lo prolongado, e incluso un poco desconcertante en el número que los juguetes cobran vida: «Si juegas bien». Sumando un poco a que la manera de contar el discurso y la moraleja de este cuento de P.L. Travers, pertenece en definitiva a la época victoriana.
Reiteramos, todos en la compañía se comprometen al máximo desde Catalina Farías que demuestra porque toma la alternativa en un papel tan importante en la puesta; una Laura Cortés que en más de un momento se roba la obra; completados con jóvenes como Alma Cristal, Paloma Córdero, Yoli Campos, Majo Pérez, José San Pedro, Antonio Mariscal y Mariano Villarelo, entre otros. 42 actores conforman en total la compañía del éxito de Broadway, que por fin puede disfrutarse en México. Punto y aparte merecen los 6 niños que participan en la obra, alternando los dos papeles principales, demostrando, no sólo que tiene mucha madera de actor, sino un nivel impresionante de concentración.
No dudamos del indiscutible éxito que tendrá la obra en cartelera, pues una vez más la nostalgia se apoderará de propios y extraños, ya sea por los famosos números musicales, por la añoranza de la niñez o por la fascinación por la época victoriana.