Con motivo del estreno de la película en imagen real de los Transformers, la revista Cine Premiere, ha lanzado al mercado una edición especial dedicada a estos personajes que, de alguna manera, definirían, en cuestión de entretenimiento, a los años ochenta.
Como todas las ediciones especiales que ha publicado esta revista, los trabajos de investigación son bien cuidados, trayéndonos la historia de los Transformers desde su nacimiento, como juguetes transformables, a su salto a los diferentes medios: las series televisivas en sus diferentes versiones, la película animada y, los Cómics, con información muy bien detallada, acompañadas de imágenes que realmente tienen que ver con el tema tratado.
Toda esta riqueza documental, sirve perfectamente para conocer el concepto en que se basa una de las películas de ciencia ficción mas ambiciosas de todos los tiempo. Esta edición cuenta, además, con dos posters en los que se muestran ambos equipos robóticas: Los Autobots y Los Decepticons, al unir ambos pliegos, obtenemos un póster gigante de Optimus Prime. Como cierre de esta edición especial, se incluye una entrevista con Oscar González Loyo, director de ¡Ka-Boom! Estudio y creador de Karmatrón y Los Transformables, cuya referencia obligada son los Transformers.
En dicha entrevista, Oscar cuenta que lo llevo a cambiar el concepto de sus guerreros estelares, convirtiéndolos en robots transformables, e incluso el porque Titán nos recuerda tanto a Optimus Prime. Sea como sea, no se puede pensar en Karmatrón y los transformables, sin recordar a los Transformers, después de todo, los guerreros estelares eran una especie de versión azteca de los Transformers, aunque, definitivamente, escribirían su propia historia.
Esta entrevista llama la atención desde la portada de la revista, ya que en uno de los balazos de la misma reza: Mexicanos de Culto, Karmatròn y los Transformables.Esta edición especial cuenta con tres portadas variantes, una con Optimus Prime en primer plano, la segunda con Megatron, y la tercera con Bumblebee, representando la protección, la destrucción y la lealtad, en ese orden.