México siempre fiel. Con esta frase Juan Pablo II saludó a nuestro país en cinco ocasiones, a lo largo de casi 30 años de pontificado, y con estas mismas palabras aludió a un pueblo que no se deja vencer a pesar de las turbulencias; que ha sufrido por decisiones políticas, por difíciles episodios históricos, por restricciones de justicia y libertad. Karol Wojtyla pudo reconocer en los mexicanos el espíritu y la fortaleza de quienes superan las adversidades.
Valentina Alazraki atestiguó de primera mano lo que México significó para Juan Pablo II: una entrada al mundo de habla hispana; una reafirmación de la fe en tiempos de cambio; un bastión para el catolicismo en una época de divisiones. Esta es la crónica detallada de los encuentros que fortalecieron la fe de una nación entera y de las historias de quienes se entregaron para conquistar el corazón del Papa viajero, el amigo entrañable.
Me llena de gozo encontrarme nuevamente en esta tierra generosa, que se distingue por su nobleza de espíritu, por su cultura y que ha dado tantas muestras de aquilatada fe y amor a Dios.
Juan Pablo II
Valentina Alazraki (Ciudad de México, 1955) estudió Comunicación y Ciencias Políticas en Italia. Desde octubre de 1974 es corresponsal en Roma, donde cubre la fuente del Vaticano, para Televisa y a partir de 2005 para WRadio. Su labor periodística le ha permitido llevar a la audiencia momentos clave en la historia de la Santa Sede: la muerte de Paulo VI, la elección de Juan Pablo I, su fallecimiento y el cónclave que llevó a la elección de Juan Pablo II, su pontificado y viajes hasta su muerte y, posteriormente, la elección de Benedicto XVI.
Es autora de los libros Juan Pablo II, viajero de Dios, Juan Pablo II y la Virgen de Guadalupe y La luz eterna de Juan Pablo II. Su obra anterior, En nombre del amor. Memoria de un hombre santo, publicada por Grupo Planeta, ha sido un éxito de ventas.