Mikey 17. USA, Corea del Sur (2025)
Dir. Bong Joon-Ho.
Reparto: Robert Pattinson, Steven Jeun, Naomi Ackie, Toni Collete, Mark Ruffallo.
Pasada la euforia por ser el director de la primera película coreana en llevarse el Oscar en la máxima categoría, al parecer Bong Joon-Ho decide volver a los temas y estilos que le apasionan: la crítica social y política, la ciencia ficción y la cruda visibilización de la desigualdad social.
No olvidemos que antes de Parásitos (2019), Bong Joon-Ho ya había construido relatos para la gran pantalla en el tenor de lo antes mencionado. En cintas como El huésped (2008), El expreso del miedo (2013 y Okja (2017) ya había plasmado su particular modo de imaginar metáforas distópicas futuristas con mensajes claros y contundentes que denuncian de manera cruda y despiadada las injusticias de nuestro presente.
Es así como la novela elegida para su adaptación cinematográfica por el director coreano para seguir con su vida después de los premios y la notoriedad, es “Mickey 17” de Edward Ashton.

Tarea en realidad nada sencilla, porque «Mickey 17», es un relato de gran alcance y profundidad, una exploración acerca de la identidad y la supervivencia en un futuro distópico.
Mickey es un personaje trágico que, debido a un error cometido, es sentenciado a vivir como una persona “desechable” sometida a numerosos experimentos y eventos peligrosos, para ser “clonado” cada vez que muere, en una nueva versión que conserva sus recuerdos y personalidad. Y a pesar de que todo eso constituye un trato violento y discirminatorio, se justifica socialmente diciendo que su sacrificio beneficia a toda la humanidad.
La historia de Mickyey 17 nos lleva a un futuro distópico donde la identidad y la supervivencia se entrelazan en una trama de complejidad y profundidad inusitadas. La adaptación cinematográfica mantiene la esencia de su fuente literaria, a través de una dirección muy cuidada y actuaciones memorables por parte de Pattinson, Ruffalo y Collette. Mientras Pattinson se hecha a cuestas una interpretación cargada de matices y personalidades distintas, Mark Ruffallo logra una muy destacada parodia de un político sin escrúpulos (puede que reconozcan al personaje que lo inspira de inmediato) y Toni Collete es quizás la que mejor entiende su papel y lo despliega con tal maestría que se vuelve sumamente desagradable para las y los espectadores. Un trío actoral memorable.

En cuanto a dirección es grato reconocer que el humor ácido y el tratamiento de los dramas humanos como una parodia constante – lo cual es parte del peculiar y conocido estilo de Boon Joo-Hon- se mantienen intactos.
Sin embargo, y a pesar de que la cinta cumple su cometido regalándonos una profunda reflexión acerca de la existencia y de las cosas que nos hacen personas humanas, definitivamente, puede que el gran público esperara algo tan deslumbrante como Parásitos, y la verdad es que esta película no logra superar a su antecesora.
Y sólo por aclarar, no tiene nada que ver con su calidad o hechura – esta cinta resultó infinitamente más cara que Parásitos, por supuesto- sino en que se dirige hacia otro lado, cuenta algo muy diferente y, en síntesis, es otro tipo de cinta.
Y también hay que decir que hay grandes películas que no siempre recaudan toneladas de dólares en taquilla. Eso por aquellas personas que ya la catalogan como “fracaso”. Fracaso en realidad sería quedarse en la zona de confort en medio de la fama y la fortuna y no intentar algo diferente, justo ahora que, gracias a todo eso, el laureado director tiene estudios y productores dispuestos a apoyarlo. Y éste definitivamente no podría decirse que es el caso. Hay una apuesta valiente y una reflexión que no pasa desapercibida. ¿Qué más se podría pedir?.