Norma Lorena Loeza
Museo. México (2018)
- Alfonso Ruiz Palacios
- Reparto: Gael García Bernal, Leonardo OrtizGriz, Alfredo Castro, Ilse Salas, Lisa Owen.
El año 1985 fue crítico para nuestra historia reciente. Lo recordamos como el “año del terremoto” pero no solo esas entrañas se nos removieron. Quienes vivimos para contarlo, nos despertamos el 25 de diciembre con otra noticia de impacto: 140 piezas arqueológicas – entre ellas la enigmática máscara mortuoria de Pakal, gobernante de la ciudad de Palenque- habían desparecido del Museo de Antropología de la Ciudad de México. Ruiz Palacios decide contar su propia versión libre e incluso “no histórica”, de lo que en realidad sucedió esa desafortunada noche de Navidad en el 85.
Para construir la historia, la verdad es que Ruiz Palacios se toma bastantes libertades. Nos presenta en un imaginario personal, acerca de que es lo que pudo haber motivado a dos estudiantes de veterinaria, clase medieros de la zona de satélite, a llevar a cabo uno de los robos más memorables de la historia. Y la verdad después de ver la película, no encontramos tampoco respuestas contundentes o muchos elementos clarificadores.
Los personajes de Gael García Bernal y Leonardo OrtizGriz, nos cuentan sin contar, nos muestran los hechos en desorden, no asustan, nos aburren, nos enfadan. No generan empatía con el público porque no entendemos sus motivaciones, no nos queda claro que pretendían, o qué nos quieren demostrar.
En este sentido, la película puede resultar desconcertante para quien espera que le cuenten una historia, porque lo que en realidad vemos es un elogio clase mediero del aburrimiento. Sin arraigo familiar, sin objetivos claros, sin sentido crítico, las acciones nos envuelven en un torbellino problemático cada vez más asfixiante. Es evidente que el desbarranco en el espectador es el parte de la intención, pero nunca sabemos exactamente a donde nos lleva.
La cinta por tanto, no es fiel a la historia y nunca la explica. A ratos es drama familiar, a ratos thriller policiaco, a ratos road movie. Y también a ratos una crítica con sarcasmo hacia la relación que como mexicanos tenemos con nuestro pasado cultural y de las prácticas colonialistas, elitistas y saqueadoras en el mundo de la conservación del patrimonio cultural.
Destaca una producción que cuida a detalle la ambientación ochentera y los trabajos artesanales de reproducir las piezas, hoy conocidas gracias a ese incidente, en todo el mundo. Y también el desafío de cómo contar una historia que parezca verosímil con muy pocos elementos de realidad objetiva. Todo un reto para construir el imaginario de lo que no fue, pero pudiera haber sido.