Por Everardo Ferrer
Hace más de una década, desde que dejó de publicarse la historieta de Místico: El Príncipe de Plata y Oro, en sociedad con Toukan, que el CMLL (Consejo Mundial de Lucha Libre) no había vuelto a poner los ojos en la narrativa gráfica. Este año, teniendo como marco el 85 aniversario de la implantación de la lucha libre en México, y en alianza con Editorial Sexto Piso, la empresa decide lanzar una nueva colección de cómics bajo el título de Nueva Mitología de Lucha Libre Mexicana.
En un proyecto encabezado por Gala Lutteroth, que pretende fusionar los diferentes aspectos de la cultura y no sólo la cultura popular a la que la lucha libre pertenece, la actual directora de relaciones culturales del CMLL, recurre a personalidades que se han destacado como colaboradores de publicaciones y espacios culturales, como es el caso de Óscar Benassini y Jesús Cruzvillegas, quienes han sido convocados para encargarse de los guiones de la serie.
El apartado gráfico sería encargado a Ricardo Osnaya, un experimentado dibujante de cómics con una larga trayectoria en el medio. Para el primer número de la colección se eligió como protagonistas a La Nueva Generación Dinamita, integrada por Sansón, Cuatrero y Forastero, herederos de los Hermanos Dinamita, Cien Caras, Máscara Año 2000 y el recientemente fallecido Universo 2000, una de las dinastías más destacadas en la historia de la lucha libre mexicana.
Aunque de manera rimbombante se presentan como novelas gráficas, la verdad es que se trata de cómics promedio. Esta primera historia es bastante sencilla, en ella se muestra el como desde niños nuestros héroes van mostrando sus habilidades y las circunstancias que los llevan a elegir sus nombres de batalla. En este pasaje de su desarrollo se rinde un merecido homenaje a Andrés Reyes como la persona que los impulsó a seguir la carrera de luchadores.
Una parte importante de este concepto es que, en una especie de bautismo de fuego, cada uno de los tres personajes se enfrentan con diferentes leyendas de su natal Lagos de Moreno, Jalisco, con lo que también se rescata la tradición oral, tan representativa de nuestra cultura. Sobra decir que estos nuevos héroes enmascarados salen victoriosos de sus pruebas.
A pesar de contar con el apoyo de dos empresas bien establecidas, el cómic no es lo que podría esperarse de una alianza como esta. Aunque Osnaya es un artista bastante capaz, como lo demostró en su participación en Récord Luchas, aquí su trabajo se nota apresurado. La presentación de la portada deja bastante que desear, no por el arte de Osnaya, que es coloreado por Ulises Grostieta, quien fuera colorista de las cubiertas de Místico: El Príncipe de Plata y Oro dibujadas por el hoy internacional Óscar Bazaldúa, sino por el pobre trabajo de diseño con el que se realizó.
Esperamos que todos estos errores hayan sido ocasionados por la premura con que debió haberse trabajado este número y puedan evitarse en entregas posteriores, la periodicidad con que pretende manejarse el título, entre semestral y “estacional”, debe permitirles una notable mejora, en la que debería contemplarse además la inclusión de un colorista y un diseñador para ofrecer un trabajo óptimo.
Por el momento, el cómic sólo se venderá en las arenas manejadas por el CMLL y eventos en donde se presente su elenco, lo cual tal vez sea lo mejor, ya que de moverse en tiendas de cómics podría no desplazarse tan fácilmente debido a que su precio es exageradamente caro para un producto de sus características.
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