Norma Lorena Loeza
Okja. Cora del Sur, USA (2017)
- Dir: Joon-ho-Bong
- Reparto: Seo-Hyun-Ahn, Tilda Swinton, Paul Dano, Jake Gylenhaal, Gia carlo Esposito, Paul Dano.
Llega Okja a las pantallas Netflix para América Latina, precedida de una polémica en la edición 2017 del prestigioso Festival de Cine de Cannes. En esa ocasión mucho se discutió sobre este formato de películas hechas para la pantalla chica desde su origen. Después de verla, creo que lo que se ve amenazado con esta propuesta no es la narrativa cinematográfica, sino un sistema de ganancias que se basa en la taquilla.
Y es que la cinta respeta y homenajea las cosas que llevan a la gente a ver historias como éstas: un desgarrador mensaje ecologista, parodia, fantasía y melodrama (el género cinematográfico favorito del mundo). Si además la tienes a la mano en tu pantalla, creo que iniciamos una nueva era en la distribución cinematográfica, que no necesariamente del cine como arte y forma de expresión.
La película cuenta la inusual amistad y cariño de una niña por una criatura que no existe. Okja es una cerda gigante, un híbrido alterado genéticamente, una criatura imposible. Fue creada por un mujer, que buscado limpiar el nombre de su poderoso corporativo – su padre creo ahí el napalm hace muchos años- cree tener con ello la solución a la escasez de alimentos en el mundo entero.
20 cerditos son creados y enviados a granjas tradicionales en todo el mundo. Una de ellas – Okja- llega a casa de Mija, que siente por ella gran cariño y amistad. Sin embargo, todo cambia cuando la empresa llega para llevársela y recuperar su inversión de tantos años. Mija emprende entonces una odisea por recuperar a su muy querida amiga, a la que se suman un grupo de ecologistas que quieren probar la falsedad del corporativo.
La película no escatimó recursos para contar algo tan inusual como la historita misma: actores de primer nivel, un soundtrack impecable y un auténtico diálogo intercultural entre Corea y Japón que Joon-ho-Bong maneja con muy buen oficio narrativo.
Por supuesto, la cereza del pastel es Okja. Un criatura casi mítica cobra vida ante nuestros ojos y logra hacer empatía incluso entre quienes no piensan volverse vegetarianos. Okja enfrenta la misma incomprensión humana que King Kong en nueva York, pero por motivos diferentes. Lo que una cerda gigante amenaza es a los despiadados corporativos donde todas/os somos mercancía.
Y creo en realidad que el debate en Cannes acaba cuando entiendes la importancia de que una película como ésta se vea. Tilda Swinton (actriz y productora de la cinta) expresó que al final las películas que se proyectan en Cannes, la gente no las ve. Y tiene razón. La cosa es que este debate apenas empieza, y esta primera batalla la gana una propuesta interesantísima. No juzguen a una película por el tamaño de la pantalla.