A pesar de que en su momento eran cosideradas infantiles, las animaciones de los cincuentas y sesentas tenían un nivel de violencia y crueldad que difícilmente serían aceptadas actualmente. La galería Aquarium de Londres realizó un montaje multimedia con todos esos personajes, en donde se muestra de forma descarnada las verdaderas consecuencias que hubieran tenido esos actos, convirtiendo cada aventura en una verdadera historia splatter. Si bien las imágenes son impacantes, cualquiera que haya visto las originales estará de acuerdo que no se alejan de lo que era la trama.