Pilar Ramírez, en su sección La política en tacones dentro de Equinoxio nos habla un poco de la trayectoria del maestro y de su nuevo libro: ¿Sería católico Jesucristo?
Se requiere haber alcanzado cierta edad para reconocer en el nombre de Eduardo del Río al escritor, periodista y caricaturista que ha sido el mentor informal de muchas generaciones: Rius. Acaba de salir a la luz, con el sello de Grijalbo, su libro más reciente ¿Sería católico Jesucristo?, donde, con el estilo sencillo, llano, directo, didáctico y provocador que le caracteriza hace preguntas que deben resultar bastante incómodas a la jerarquía católica, pero muy estimulantes para cualquier ciudadano dispuesto a mirar a su alrededor y reflexionar, sin fundamentalismos, sobre esta institución, de la mano de Rius. Con este libro, Rius vuelve a uno de sus temas favoritos: la religión.
Rius, dos veces Premio Nacional de Periodismo, es el creador de varios personajes entrañables. Hoy, los jóvenes ya no conocen a los personajes de estas historietas, que por cierto, junto con La Familia Burrón, Los Supersabios y Fantomas son los únicos mexicanos que aparecen en las más de mil 200 entradas que registra The World Encyclopedia of Comics de Maurice Horn.
La singularidad de Rius y su aportación ha sido dedicarse a estudiar temas complejos que después presenta en sus libros de una manera sencilla y divertida. “Sólo con buenas historietas podremos combatir la penetración de esa ideología (la estadounidense de los superhéroes) y de la estupidez que representa la historieta nacional. Este libro quiere ser un llamado a los dibujantes y guionistas para que recuperen la historieta como posibilidad educativa para un pueblo tan necesitado de educación –política y de la otra- como el nuestro.
“El cómic –esa vida desarrollada en cuadritos- debe ser utilizado para hacerle la vida de cuadritos a los asesinos y explotadores”. Afirma Rius en su libro La vida de cuadritos.
«El mismo escritor ha narrado cómo pagó por haberse atrevido a caricaturizar al ex presidente Gustavo Díaz Ordaz: fue secuestrado y obligado a cavar su tumba en un lugar alejado de la ciudad de México; poco después lo soltaron. La tortura consistió en amenazarlo de muerte durante varias horas. La advertencia no surtió el efecto deseado: Rius continuó, como hasta ahora, escribiendo libros y criticando todo lo que hay de criticable en la política y la sociedad mexicana.»