Pinochio. USA, México (2022).
Dir. Guillermo del Toro
Elenco (voces) Ewan McGregor, Gregory Mann, David Bradley, Tilda Swinton, Ron Perlman, Cate Blanchet, John Turturro, Finn Wolfhard, Christopher Waltz.
El clásico cuento de “Pinocho” escrito por el italiano Carlo Colllodi, es quizás una de las historias más entrañables llevadas a la pantalla grande, siendo significativa para distintas generaciones.
La versión de Walt Disney en 1940, es el segundo largometraje animado que la compañía produciría después de sorprender al mundo con su versión de Blanca Nieves en 1937. Esta cinta es quizás, la que la mayoría de las personas recuerda, se trata de un gran clásico del cine animado desde aquel entonces.
La historia que cuenta Collodi en su obra, estaba lejos de ser un “cuento de hadas”, pero terminamos recordándola como una fábula para convencer a los niños y niñas, que hay que portarse bien, no decir mentiras, obedecer a los mayores, no buscar el triunfo a través del mínimo esfuerzo y hacer caso a la voz interior que nos aconseja tener buen juicio a la hora de decidir.
Debo confesar que aunque el pasaje de cuando los chicos descarriados se convertían en burros siempre me pareció aterrador, nunca se me hubiera ocurrido pensar en Pinocho como un nuevo Frankenstein, o como un desafío a las leyes naturales de la vida y la inmortalidad, que es la nueva lectura que la cinta dirigida por Guillermo de Toro propone.
En esta ocasión, los personajes ya conocidos por el público, muestran su lado más oscuro y sus motivaciones menos evidentes, mientras todo se desarrolla en un contexto tan desgarrador e injusto, como lo es la Italia fascista de Benito Mussolini.
Sin embargo, también mentiríamos si dijéramos que sólo se trata de una versión “oscura” de la historia. Esta relectura va mucho más allá de sólo incluir monstruos y ambiciones. Nos habla de nuestros miedos, del duelo, de la melancolía y de los lazos que nos unen más allá de la sangre.
Pinocho en voz de Guillermo del Toro, es el sueño de un hombre dolido y desgarrado. Gepetto no es aquí el juguetero bonachón, es un hombre con el corazón atravesado por el dolor profundo de perder un hijo. Pinocho es aquí una criatura animada por la tristeza y el miedo a la soledad o la muerte.
Más que querer “ser un niño de verdad” Pinocho va descubriendo que la humanidad radica en el alma, el sacrificio, en el deseo de ayudar a sanar a quien nos quiere y nos necesita.
Y este giro, hace al relato mucho más poderoso de lo que ya era. Si a ello le agregamos un guion hecho desde el corazón y una animación impecable, convertimos a esta película en un clásico instantáneo para las nuevas generaciones.
Y de hecho, el elenco de voces reúne a las actrices y actores más destacados en la actualidad, los que de algún modo se sabe conectan con el público gracias a su trayectoria saturada de trabajos conocidos y entrañables: de Tilda Swinton a Ewan MacGregor sin olvidar a Ron Perlman, un infaltable en las producciones del tapatío.
Pinocho en esta cinta, también se plantea el valor de la inmortalidad. No deja de ser una paradoja, porque el personaje de hecho, ya es inmortal. Pero quizás no habíamos visto que no sólo se trata de no morir, sino de reinventarse, y al parecer, es lo que esta película logra con creces.