Unorthodox. USA, Alemania, 2020.
- Dir: María Schrader
- Reparto: Shira Haas, Amit Rahav, Jeff Wilbusch, Alex Reid, Ronit Asheri.
Uno de los grandes éxitos de la plataforma Netflix en esta difícil temporada de cuarentena, es sin duda esta interesante serie de cuatro capítulos basada (no adaptada) en la biografía de la escritora Deborah Feldman y que no es de primera intención, solamente una serie con temática feminista.
Poco ortodoxa ha resultado toda una novedad para el gran público que, en realidad, conoce muy poco acerca de las comunidades judías que conservan múltiples tradiciones milenarias, como una manera de sobrevivir a los cambios culturales de las nuevas sociedades contemporáneas. La historia y la cultura como modo de resistencia, a veces nos resulta increíble de concebir en un mundo siempre cambiante.
Además de ello, un inteligente e interesante guion, – en el cual colaboró la propia Deborah Feldman- actuaciones con mucho oficio y un muy cuidado diseño de producción, le otorgan a esta historia narrada en cuatro capítulos de una hora, la deslumbrante visión transformadora de la búsqueda de la propia identidad.
La serie se centra en Esther Shapiro (Esty) una chica de 19 años perteneciente a una comunidad jasídica en Nueva York, atrapada en un matrimonio arreglado y en las habladurías de la familia, debido a que después de un año de casada, no ha podido concebir un hijo. Pero eso no es lo único que ahoga a Esty. La represión de no poder estudiar música o decidir por sí misma, la lleva a huir de su pequeña comunidad en Williamsburg hasta Berlín.
La serie tiene muchos momentos metafóricos que la convierten en un auténtico éxodo narrativo hacia la libertad. Esty irá descubriendo y resignificando las capas de su propia identidad, en un Berlín que apuesta por la diversidad y el respeto a lo diferente.
Podría pensarse – de primera intención- que el relato tiene solamente un corte feminista, cosa que por otra parte no puede dejar de obviarse: hay un sólido argumento en contra de estas costumbres y tradiciones que sometían a las mujeres a las decisiones masculinas, siempre pensando en “el bien de la comunidad”.
Pero si algo tiene de valioso esta historia, es mostrar cómo no todos los hombres ejercen el privilegio de manera despiadada. Del mismo modo que Esty se transforma, también logra que su marido (Yanky) intente comprender las razones que llevaron a su joven esposa a tomar la decisión de huir. Y en ese camino, esa identidad construida sin cuestionarse, empieza a resquebrajarse un poco y a no ser una vía solo de ida y sin regreso. Un interesante recordatorio de que el patriarcado también les juega en contra a los propios hombres.
Como ya se dijo, la serie es un revelador camino hacia la búsqueda de la propia identidad, narrado entre el presente, el pasado y con la vista puesta en el futuro. Resulta novedoso conocer las tradiciones que se afianzan a partir de un doloroso trauma histórico, pero también a las nuevas identidades que se construyen no en el pasado, sino en el camino andado. Muy recomendable en estos momentos en que ya empezamos a pensar hacia donde podrían ir nuestros pasos, una vez que podamos salir a caminar.