Se cumplen ya dos meses de que la escritora Martha Mora y el Maestro Rubén Lara se nos adelantaron.
Y también hace ya casi un mes que el fallido relanzamiento de la historieta de Fantomas por Grupo Editorial Vid, se vió truncada.
Si bien el formato en el que se volvió a publicar La Amenaza Elegante no fue óptimo, ni el tamaño ni el acabado, tampoco ayudó el que fueran reimpresiones de la época noventera de nuestro héroe en la misma editorial.
Con esto en mente, los inivto a reflexionar lo siguiente:
Todo esto de la casi nula existencia de historieta de calidad y la desaparición natural de nuestros grandes Maestros, nos lleva a preguntar… ¿que hace falta para que la historieta se reivindique y resurja?
Bien sabemos por la experiencia de los grandes maestros historietistas que hemos tenido la gran fortuna de conoccer, que existió una época dorada, donde el ser artista o escritor de historietas en México, era uno de los trabajos más redituables y reconocidos por todo el mundo.
Situación que con el tiempo fue decayendo, acabando tanto con los grandes títulos de tirajes gigantescos, como con la gran familia editorial de nuestro país, ya fuera por avaricia, inocencia, desconocimiento o simple desapego, los personajes y títulos que marcaron a varias generaciones de mexicanos y que enseñaron a leer a muchos de ellos, fueron desapareciendo… pero ¿porque no pasa esto con, por ejemplo, los personajes norteamericanos o japoneses?…
Seguramente dirán que son diferentes formas de trabajar, ya que en nuestro país vecino, los personajes son propiedad de las editoriales, quienes pueden poner el equipo creativo que quieran a cada título y que el ceder los derechos (o rentar), permite crear nuevo material de los personajes, incluso en otros medios de entretenimiento, aunque los creadores ya no existan en éste plano.
También podrán argumentar el actual y constante bombardeo a la gente por diversos flancos que antes no existían, como televisión, cine, videojuegos e internet… pero incluso otros países han usado todo esto, más que como un obstáculo, como herramientas para redefinir e impulsar a sus personajes de cómics (o mangas o tebeos o como se les llame en sus respectivas latitudes).
Pero si ese fuera el caso, ¿porque no se aplica eso en nuestro país?… quizás estoy pecando de inocente, pero si tenemos un amplísimo y vasto universo de personajes populares de antaño, contamos con talento nacional y joven, existen muchas ideas para traer de vuelta a la gran historieta nacional… ¿que nos falta?
Yo tengo ganas de una nueva época dorada de nuestra historieta… pero volvemos…. ¿que hace falta para que la historieta se reivindique y resurja?… seguiremos inteligiendo la respuesta, mientras tanto no olviden que leer un cómic diario, mantiene una imaginación sana.