Durante mucho tiempo el cine mexicano estuvo encargado de forjar la identidad del país, aquel cine que proyecto a nivel mundial la amplia gama cultural de la sociedad mexicana se vio estancado, las grandes producciones dejaron de hacerse. La llegada de la industria televisiva y el naciente Hollywood fueron una de las razones del declive del cine nacional. Los cinéfilos, los consumidores de este cine se fueron desplazando y optaron por otro tipo de cine, el norteamericano, el cual conforme al paso del tiempo fue tomando cada vez más fuerza hasta que se apoderó con gran éxito de las carteleras, trayendo una subcultura que le resultaba mucho más atractiva a la población. Fue así como poco a poco el desinterés fue una constante en el cine nacional al grado de llegar a no tener cabida dentro del gusto de la gente.
Fue entonces cuando las películas gringas se hicieron predominantes y se hizo a un lado al cine nacional como parte de la cultura malinchista que nos sigue marcando hasta la actualidad. La época de oro del cine mexicano del que menos mal se recuerda, con grandes directores como Luis Buñuel y grandes actrices como Dolores del Rio resulta ser la evidencia de la calidad que tuvo y que tiene nuestro cine. En la última década ha habido mucha expectativa por parte de los medios del llamado «nuevo cine mexicano», se dice que se vienen haciendo bien las cosas, que cada vez hay más películas, que ya hay apoyos; pero la realidad vista desde otro ángulo es otra. Por un lado los logros que se pueden decir del llamado nuevo cine no se pueden catalogar como de la industria, si no que son logros individuales, logros que ingeniosos productores, grandes directores y excelentes guionistas han conseguido dentro y fuera de México. El festival de Cannes es muestra del gran reconocimiento que tiene el cine mexicano, así lo han hecho saber la crítica especializada y la basta cantidad de premios que cada año se obtienen en este y otros festivales de gran renombre.
El año 2013 será un buen año para la industria del cine en México, así lo han dado a conocer los medios, ya que 2 películas en un mismo año han roto records de asistencia y de taquilla (eso es lo que al final de cuentas importa en la industria). Es entendible que el género cómico sea el que haga despuntar a la industria que se encontraba estancada, no por nada somos el país más feliz del mundo como se ha mencionado en publicaciones. Lo cierto es que mientras la industria cosecha sus logros monetarios que le dan rentabilidad, las películas que cosechan premios no gozan del mismo privilegio; grandes películas de grandes directores contemporáneos mexicanos no encuentran por donde colarse para cumplir su cometido, el de ser apreciadas por sus compatriotas. Es triste leer que aquellas películas mexicanas que han sido ovacionadas en festivales internacionales encuentren primeramente distribución en países extranjeros y que en México, país que las vio nacer, no sea el mismo caso, lo que denota una cosa, la falta de interés de lo bien hecho y su poco reconocimiento.
Es verdad que hay que apoyar al cine mexicano. No es malo consumir comedias ligeras; unas mejores que otras, pero de igual manera se debiera de apreciar este cine que estremece, que te hace pensar y sentir, este cine que es reconocido a nivel mundial, al que tanto elogian y el que seguramente puede hacerte vivir experiencias inolvidables. Consume el buen cine mexicano, que tu primera opción sea lo hecho en México.