Más que una canción de amor.
Después de cierta popularidad y unos cuantos éxitos las CLAMP crearon una historia totalmente experimental alejada de las temáticas usuales con las que trabajaban. Clover fue el manga de la transformación, en solo cuatro tomos lograron plasmar un ambiente totalmente futurista muy apegado a lo ciberpunk, con algunos rastros de ese shojo de cruces de destinos y amores que eran guiados por hermosas canciones.
Pero tal vez lo más interesante no es la trama, si no la presentación de la misma. El manga en su versión original estaba impreso en un papel cuche que poco se utiliza en la elaboración de los tomos recopilatorios, traía una sobrecubierta de papel vegetal en donde se resaltaban elementos de la portada con una tinta verde metálica. Y en su interior la sorpresa del diseño era aun mayor. Las páginas eran decoradas por viñetas dinámicas, las ilustraciones variaban entre fondos blancos y totalmente negros. En una página podías encontrar más de 10 viñetas y en otras 2 o 1. El color era realmente fijo, el negro estaba poco diluido y el blanco era sobre explotado. En si la simetría de las típicas viñetas desapareció en este obra.
En cuanto a la historia el punto central es Sue, una joven marcada por el destino con el trébol de cuatro hojas, señal que la identificaba como un gran peligro mágico. Ella rodeada de pájaros robóticos y enclaustrados en una jaula de metal ha estado privada de la libertad por largos años. Después de escuchar las canciones de una misteriosa mujer, lo único que desea en el mundo es ir al parque de diversiones. Sus aspiraciones serán cumplidas por un militar al que se le encargo la difícil tarea de cuidar a Sue durante el trayecto en el que encontrara la felicidad y el amor.
Clover es una historia diferente, tal vez es de esos grandes mangas que nunca serán realmente concluidos por sus autoras por que su carácter de obra inacabada lo hace más interesante. En México fue publicado por Editorial Vid.