Me doy la bienvenida a esta revista virtual con este post.
Jacobo Zabludovsky , en el espacio más importante de noticias por televisión (México) daba la nota de la muerte de Superman. En ese entonces conseguías cómics, o bien, vía DIMSA (había que usar encendedor para quitar las etiquetas de la portada), o en algunos tianguis. A sabiendas de todos, no era más que el ardid desesperado de una de las empresas productoras de cómic más importantes de Estados Unidos; sin embargo, esto tendría diversas consecuencias de índole principalmente comercial ya que muy poco tiempo tardarían en aparecer lugares «especializados» para conseguir cómics (mcuha gente que no había comprado cómics hasta entonces se acercaría para conseguir ese número o bien «el compendio», incluso podía uno encontrar el TPB en 150 pesos (en inglés), y buscando ese ejemplar lo hallaba de pronto junto con otras publicaciones «extrañas» tales como un tal Spawn, WildCATS, Shaman’s Tears, Savage Dragon, etc. Con un sello en la parte superior de una editorial diferente de las que hasta ahora se repartían la mayoría del mercado: DC, Marvel y Dark Horse.
Cabe mencionar que, no es la Muerte de Superman la que origina un cambio en el medio; pero la referencia al «boom» se menciona por el impulso que dió al medio, estoy consciente de que tampoco fue lo único: se crea Image con algunos de los artistas más populares de la Casa de las Ideas, títulos como Hellboy, Dark Knight Returns, Killing Joke, Death in the Family, Sin City, Watchmen, la línea Elseworlds un título más para los mutantes (sólo existía Uncanny X-Men) dibujado por Jim Lee, que aún cuando no se dieron al mismo tiempo que la muerte, sirvieron de apoyo para un «BOOM» del medio dentro del mismo, por fuera aparecía la película de Tim Burton, las colecciones de tarjetas (algunas de muy buena calidad como la serie de Marvel Marterpieces pintada por Joe Jusko y quien podría ser considerado un antecedente al trabajo de Alex Ross; la serie de X-Men con ilustraciones de Jim Lee (hay quienes consideran que marcó un estilo y que podría ser quien tenga más «copycats» de su estilo); las de Marvel Universe, y la serie de la muerte de Superman, en la que, -como dato curioso- no aparece Batman por problemas de derechos sobre el personaje. (La imagen que aparece en este post es la de las trading cards, Shazam ocupa el lugar que tiene Batman en el poster oficial)
En fin, que se muere Superman, contra un enemigo que nadie conocía, en un cómic sencillo (ni siquiera 48 páginas), y podría decirse también que era un cómic de pin-up por página. Y entonces vendría el Mundo sin Superman, y el Reino de los Supermen, en donde, una serie de personajes desconocidos se volvieron parte importante del Universo DC; en tanto que el Superman negro sin poderes y cabello largo… bla, fin de la sinopsis.
Así fue como se pensó que habría una transición de un revistero de metal con sólo 10 títulos, a tiendas especializadas en cómics en todo el país; tal vez pudo ocurrir de no ser por lo que pasaría en México en diciembre del 2004.
En fin; llegué a creer que tendríamos más que un boom de cómics, un boom de tiendas que nunca llegó… y Superman regresó, y Jason Todd regresó… bla, fin de muuchas sinopsis. Moría Superman, y esa desesperación por vender traería consigo el atrevimiento de muchos, de las empresas «oficiales» como de las «independientes», apostando a autores, historias y si bien, sabíamos que ahora podrían «matar» a cualquier personaje para vender (vendría Knightfall no mucho tiempo después), lo que nos interesaba era leer cómo.
Todo ocurría en poco tiempo, portadas variables que saturaron el mercado, megahistorias que siguen hoy día, y por mi parte, hallar en Vertigo a uno de mis autores favoritos: Neil Gaiman.