Lo comentábamos hace unos días y lo volvemos a confirmar: ya perdimos a Robert Pattinson.
Primero, el actor dijo que no pensaba vivir más allá de los 30 años.
Ahora, en una entrevista concedida al diario New York Times, Robert Pattinson reconoce haberse aburrido del ritmo continuo con que se están filmando y estrenando las adaptaciones de las novelas de Stephenie Meyer, lo que le ha atado a las mismas durante los últimos tres años.
Lo peor, es que Pattinson asegura que está perdiendo la paciencia con sus histéricas fans y con la presión mediática ligada a su relación sentimental con Kristen Stewart.
“Estoy muy agradecido con el personaje de Edward Cullen, pero todo tiene que terminar. Y la buena noticia es que Crepúsculo acabará en unos meses”, declaró Pattinson en referencia al tiempo que queda para el estreno de las dos partes en que se dividirá Amanecer, última entrega de la franquicia.
Robert Pattinson bien podría arrepentirse de su actitud y extrañar más pronto de lo que cree, la fama y dinero que le ha dado «Crepúsculo».
Solo hay que recordar el fracaso en taquilla de «Remember Me» y la vapuleada que recibió de la crítica especializada por «Little Ashes», en la que intentaba dar vida a Salvador Dalí.
Robert Pattinson deja la sensación que está muy desubicado, que perdió totalmente el piso, pues se comporta como divo consagrado cuando la realidad es que tiene aún mucho que demostrar como actor.
De hecho, antes de seguir haciendo el ridículo, debería de cerrar la boca y tomar clases de actuación de forma urgente.