Rubén Blades, uno de los más grandes de la salsa, hizo vibrar al coloso de reforma, el pasado 20 de noviembre, cuando después de una desangelada presencia de Making Movies, al rededor de las 21:00 hrs. hiciera acto de presencia en el escenario más importante de México, al interpretar «Plástico», con la cual encendió a más de 14 almas, para después dar paso a su clásico «Pablo Pueblo», consiente del dominio del escenario y de su público las emociones se desbordaron al escuchar la emblemática «Desiciones», quizás una de sus mejores canciones.
El panameño universal, sabe que es querido por todos, mostró a lo largo de la noche, lo mismo composiciones propias que de sus mejores amigos, así como de compositores que él admira, así se dejaron escuchar los acordes de «Las Calles», «Ojos De Perro Azul», simplemente literatura hecha música; «Te Están Buscando», «Lo Pasado No Perdona», «Cuentas Del Alma» y la jocosa «Ligia Elena».
El actor, activista y también político recordó a los grandes de la música y de la cultura con su interpretación de «Todos Vuelven», para dar paso a una de las piezas más pedidas de la noche: «Amor Y Control». El romanticismo y la fiesta no se hicieron esperar cuando intepretó: «Vino Añejo», «Juan Pachanga» y «Paula C».
Y apenas iba a la mitad de un concierto, que se prolongo a los primeros minutos del 21 de noviembre, llego la tierra prometida «Arayue» mientras nos haciamos la pregunta «What Hapens».
Y es que a diferencia de su eterna comparsa y amigo, Willie Colón, que hace unos meses se presentó en la CDMX, Blades parece un joven de 45 años, lo mismo interpreta clásicos, que nuevas creaciones, entregándose al 100% a su público: «The We You Luke Tounight», «Aunque Tu No Me Quieras» y «Yo Puedo Vivir Del Amor».
La emoción era tal que el autor, se permitió interpretar como pocas veces la pieza que regalará a Héctor Lavoe: «El Cantante».
Y si eso no hubiera sido suficiente, después de interpretar «Maestra Vida», vendría el momento más esperado de la noche, la interpretación de la canción más emblemática del mundo de la salsa, desprendida del mejor disco de todos los tiempos; que en México le diera vida la encarnación de Ándres Garcia; y que en la radio difusoras no la querían tocar por ser demasiado larga: «Pedro Navaja».
El canta autor se despidió pero la gente lo hizo regresar para interpretar dos Himnos: «Buscando América» y «Patria». Para ahora sí, cerrar una velada mágica.