White Noise, USA (2022).
Dir: Noah Baumbach.
Reparto: Adam Driver, Greta Gerwig, Don Cheadle, Sam Nivola, Jodie Turner-Smtih, Raflley Cassidy
El ruido de fondo es un particular modo de contaminación auditiva que estropea las grabaciones de audio, la música o el diálogo de una película, entre otros ejemplos. Tanto la novela de Don de Lillo como ésta adaptación cinematográfica, nos dejan en claro que el nombre no es casualidad. Hay demasiada interferencia en la vida cotidiana que no nos permite entender la complejidad de cada momento que vivimos.
Ruido de fondo es una historia acerca del miedo a la muerte, además de una ácida crítica al estilo de vida norteamericano: tan cargado en la forma, pero con poco contenido. La obra de Don de Lillo, se consideró por mucho tiempo imposible de adaptar, debido entre otras cosas, a su profundidad filosófica.
Pero Noah Baumbach aceptó el reto y construyó una adaptación cinematográfica que recoge los aspectos fundamentales de la historia, se apoya en las grandes actuaciones de Adam Driver, Greta Gerwig y Don Cheadle; y nos regala una propuesta bastante cercana a la intención discursiva de la obra: evidenciar las contradicciones cotidianas que nos hacen pensar en la muerte como algo terrorífico.
Para ello, nos presentan al profesor Jack Gladney (Driver), a su esposa Babette (Gerwig) y su familia; compuesta por hijos e hijas de matrimonios anteriores y el actual (los míos, los tuyos y los nuestros, digamos).
Gladney es especialista en Adolf Hitler, lo cual da para frases y situaciones que hacen una ácida crítica a la Academia, que puede presumir de conocimiento especializado, prácticamente acerca de cualquier cosa, incluso una banalidad. El punto es que un día, la vida de los personajes se altera, debido a un accidente que detona una enorme nube tóxica que podría matar a muchas personas. Y aquí sí, la crítica es para todo el mundo: las autoridades, los medios, la ignorancia colectiva, la sicosis y por supuesto el miedo a la muerte.
La temática misma es un absurdo, las situaciones son absurdas, las frases grandilocuentes también. Baumbach logra un buen producto digamos hasta casi la mitad de la película, donde pasa de una comedia que tiene como fondo el desastre, a una comedia acerca del miedo a la muerte. Y aquí el ritmo se torna distinto, se pierde el foco de cómo empezamos y hacia donde nos lleva. Es interesante, pero ya no encontramos lo que nos atrapó en un principio. Y eso hace que como espectadora te preguntes… sí quizás de verdad era imposible adaptar este libro al cine.
Pero digamos que al final y en perspectiva cumple, porque queda clara la intención de cuestionar lo que damos por hecho, lo que hemos aprendido y lo que nos han enseñado. Ese ruido de fondo que distorsiona lo simple, que distrae o que aturde, pero que siempre está. Igual que la continua búsqueda de la felicidad, un motor posmoderno que nos impulsa a seguir buscando respuestas.