Sixto Valencia Burgos recientemente cumplió 63 años como dibujante profesional, motivo suficiente para que el Creador Gráfico de «Memín Pinguin», «Balam», «La Serpiente Desplumada» y el «Dr. Simi» en historieta, recibiera el pasado 6 de diciembre de 2014 en el marco XXVIII Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) el premio La Catrina.
Sixto Valencia Burgos recibió dicho reconocimiento en el Auditorio Juan Rulfo acompañaron en la mesa al galardonado, el presidente de FIL Guadalajara, Raúl Padilla López, el Rector General de la Universidad, Tonatiuh Bravo Padilla, el Rector del CUAAD de la UDG, Ernesto Flores Gallo y la maestra Aurea Santoyo Mercado, Jefa de Proyectos y Comunicación en CUAAD. En dicha ceremonia se proyectó un video a manera de trayectoria del homenajeado
Valencia Burgos hizo un llamado a los jóvenes talentos que puedan surgir de entre los asistentes quien en sus sencillas palabras les dijo “ pónganse listos, para que no les pase lo que a mí”; defiendan su talento, sus creaciones, su derecho de autor”.
«Porque las premiaciones y las obras se hacen en vida, coincido con sus palabras de que los homenajes se deben de hacer cuando los puedan recibir, disfrutar y hasta presumir, así pues, goce, disfrute y presuma este merecido reconocimiento» expresó Ernesto Flores Gallo por su parte, al mencionar variados aspectos de la vida de Valencia, como sus primeros años cuando dibujaba en maderos y pencas de maguey.
Al final el caricaturista posó con las decenas de estudiantes que elaboraron botargas de Memín Pinguín para la ocasión.
Ahora me premito presentar esta entrevista realizada al autor en 2004, publicada en Súper Cómics No. 14 para poder conocer un poco más de su trabajo y trayectoria.
Sixto Valencia, Memín Pinguin y otras aventuras.
«Nací en estado de Hidalgo, en Villa de Tezontepec, el 28 de marzo de 1924, a todos les digo que la entrada de la primavera se debería de cambiar al día en que yo nací. Tenía mucha afición por el dibujo pero no tenía papel, ni otros materiales para practicar, esperaba a que el calendario terminara su vigencia para usar las hojas de este por la parte de atrás y ahí dibujar, a parte mis hermanos tenían una carpintería, el trabajo que más realizaban eran las cajas de muerto de las cuales sobraban unos pedazos de ocote y oyamel, yo los cepillaba y dibujaba en ellos, de hecho las reutilizaba y volvía dibujar y nuevamente lijaba una vez más hasta que la madera se terminaba.»
Gran parte de este gusto fue por la influencia de mis hermanos, ya uno de ellos dibujaba bien hasta tenía su caballete y poseía buena técnica. Mi única forma de contacto con el dibujo eran ‘Pepín’, ‘Chamaco’, ‘Tawa’, y como ese era mi único elemento de conocimiento me la pasaba copiando a las historietas y cuando no tenía papel me iba una ladrillera y ahí dibujaba con adobe y ladrillo, cosa que me sirvió bastante, puesto que ya que en tercer año dibujaba con lápiz y tinta china, tenía más facilidad para el dibujo que el resto de los muchachos.
La Ciudad de México
Cuando cursaba el 3er. año de primaria nos cambiamos al Distrito Federal, entre a la primaría Benito Juárez en la colonia Roma, era compañero mío el hijo de ‘Chilinsqui’, el cómico cuñado de ‘Cantinflas’. Con él y otros niños competíamos dibujando en el pizarrón para ver quién era más aplaudido. Todas estas cosas me orientaron a escoger mi vocación, que fue mal escogida pues lo hice sin una guía, solo con el fin de estudiar una carrera corta, me metí a estudiar dibujo publicitario, en donde un maestro me hizo el favor de sacarme pues no le gustaba mi dibujo, se le hacía malísimo. Tiempo después me dijo que ‘sí apoco me había creído lo de que mi dibujo era basura’, que sólo lo había dicho para “estimularme”
El inicio de la leyenda
Empecé en las historietas con Guillermo Marín haciéndole algunos capítulos de Tawa, al año y medio decidí sacar al mercado mis propias historietas, yo hacía el argumento, la letra, portada, fondo y trazo, y creo que hasta era yo el que compraba mis propias revistas, eran libros de 320 páginas mensuales, pero la verdad era la muerte pues era muchísimo trabajo.
Mi trama era muy mexicanista, me gustaba tocar el tema del campo, mi primera historieta fue hecha sobre la isla del Pacífico, ‘Clipertón’, también hice trabajo publicitario, en una ocasión en la colonia Roma hubo un concurso para hacer un refresco, pequeñito, que en ese entonces era nuevo, e hice un dibujo de este mini refresco, que después fue la imagen de lanzamiento de ese producto, para mí, a casi comienzos de mi carrera, fue un gran aliciente.
Después de eso entre a Novaro Editores a hacer páginas de relleno, esas pequeñas historias con tramas propias en lugar de los anuncios que venían de las ediciones originales de las que hacían el servicio, es decir la traducción de cómics americanos, y con el fin de llenar ese número de páginas que quedaban “vacíos”, ahí me inicie a la lado de Juan Alba.
Y de ahí me fui a ‘La Prensa’, ahí con varios amigos tratamos de hacer historieta de autor pero al principio al Sr. Santaella, que era el presidente de la cooperativa no le interesaba mucho hacer una historieta propia, él decía que pensarían que le queríamos copiar a Novaro y corrió a los cooperativistas ente ellos Jorge Carreño. Ya no hicimos nada pues él nos dijo que nos quedáramos como estábamos, total en aquel entonces yo era un simple “gorrón” y ni a la cooperativa pertenecía. Y me fui con varios de los muchachos a EDAR.
Editorial Vid
Llegue a Vid con mi equipo para hacer ‘Milagros de Cristo’ y después nos dieron ‘Látigo Negro’ y, la verdad era muy fácil, pues trabajamos muy rápido, a veces hasta adelantábamos números y hacíamos algunos de biografías selectas, entonces Guillermo De La Parra y Yolanda Vargas Dulché hablaron conmigo y me dijeron que rehiciera un personaje que ya habían trabajado con Alberto Cabrera antes, ‘Almas de Niño’, que después sería ‘El Memín’
Hice montón de bocetos de este personaje, todos con mi estilo, pero el que les gusto más era el que se parecía más al estilo de Cabrera y ese fue el que se autorizó para realizarlo, lo hicimos como prueba, Yolanda decía que le hacía falta volumen y entonces le metí medio tono con tinta ya que en lo personal no conocía, ni dominaba el carboncillo.
Cabrera lo trabajo desde ‘Pepín’, incluso yo me entreviste con el señor, le explique lo que querían en la editorial y pregunte que si le interesaba hacerlo, me dijo que ya no le interesaba, así es que yo seguí haciendo el personaje a mi estilo, respetando los cánones impuestos por Don Alberto. Aunque en realidad no había mucho de donde inspirarme ya que los originales de ‘Pepín’ se habían destruido, ya que en aquel entonces al no caber en la bodega decidieron quemarlos. Mucho de lo que yo realice, eran argumentos que ya habían aparecido en ‘Pepín’ y en ‘Paquito’.
La longevidad de Memín
El personaje fue una cosa maravillosa, Jaime Flores era el director editorial de EDAR, era muy buena onda, y él me dijo: “está teniendo mucho éxito el Memín y vamos a pagarte unas regalías, como las quieres al fin de año o en cada cheque?”. No pues ni tardo ni perezoso lo dije que quería el cheque luego luego, ya que además de mi trabajo cobraba cada quincena un porcentaje de las ventas, pero bueno te lo estoy diciendo yo, ¡empecé a cobrar, increíble!, fue una muy buena época, yo logré hacerme de mi casita. En donde tengo mi estudio. Esta magia duro 7 años, que se prolongaron otros 7 años en los que se repitió el personaje, mediante una y otra reimpresión, aunque ya no fueron la mismas regalías, y así hasta hoy que llevamos la séptima repetición, la de los discos, y desde la cuarta reimpresión la edición sale a color.
Otros proyectos y logros.
Bueno esta la ‘Serpiente desplumada’, ya que como sabes estoy muy interesado en los temas mexicanos, lástima que la idea no maduró, como todos saben también realicé una historieta para campaña del presidente Zedillo; las aventuras de ‘Balam’ también conocidas como “Destinos opuestos”, y hasta la historieta del “Dr. Simi” y actualmente estoy colaborando en las historietas de un famoso personaje farmacéutico, y junto con el maestro Ramón Valdiosera estoy por realizar un proyecto llamado ‘Medio Litro’.
Ciudad de México, 12 de Septiembre de 2004