Con el fin de profundizar en el tema de Tarzán, mismo que fue tocado por nuestro director editorial Miguel Alva, me sirvo publicar la primera parte de un artículo que escribí sobre el famoso personaje, con dedicación a la doctora Irene Herner Reiss, brillante académica de la UNAM. Espero les guste…
Este 2007 no solamente los simios tendrán una razón para festejar a su monarca, sino también los otros “monos” (los personajes de cómic), que verán a uno de sus grandes iconos llegar a la asombrosa edad de 95 años el próximo mes de octubre, cosa que pocos personajes en el medio pueden presumir. Así es, la creación más célebre de Edgar Rice Burroughs se acerca a su primer siglo de vida, por lo que dedicamos estas líneas a Lord Greystoke, el “mono blanco”, conocido mundialmente como Tarzán.
Si bien no se encuentra actualmente en su época de mayor popularidad, si podemos decir que en los últimos diez años, el “hombre natural” de la cultura popular por excelencia no ha pasado desapercibido, al ser revisitado en más de una ocasión, ya sea al puro estilo Disney (con todo y las canciones melosas de Phil Collins), mediante alguna serie televisiva con actores o en el mundo de las viñetas, donde Tarzán sigue teniendo presencia (eso sí, un tanto intermitente).
Incluso cabe mencionar que desde hace un par de meses comenzó a correr el rumor de que el director jalisciense Guillermo del Toro (Cronos, Blade 2, Hellboy, El Laberinto del Fauno) se encuentra interesado en llevar a la pantalla grande un nuevo acercamiento al mítico y acrobático héroe, cosa que suena bastante interesante.
Inspirado por El libro de las tierras vírgenes de Rudyard Kipling, así como por el Emilio de Rousseau, Tarzán de los monos fue el primer cuento que Burroughs (nacido el primero de septiembre de 1875 en Chicago) escribió sobre un pequeño huérfano que sería criado como un igual por un hatajo de simios, tras sufrir la muerte de sus padres biológicos, mientras se encontraban varados en una pequeña isla africana. Al crecer, ese niño se volvería el rey de los monos y a la vez un ejemplo del colonizador perfecto, viviendo innumerables aventuras a través de los distintos medios de comunicación, junto a su elefante Tantor, la chimpancé Chita y su virginal esposa Jane.
Publicado por la revista All Story Magazine en octubre de 1912, a este primer cuento le siguió otro llamado El regreso de Tarzán, que sirvió de preámbulo a la primera novela del héroe, titulada de nueva cuenta Tarzán de los monos, la cual sería publicada en 1914 por A.C. McClurg & Co. Al final de sus días, Burroughs sumaría un total de veintiséis novelas del “Universo Tarzán”, nada mal para una persona que antes de “darle al clavo” había tenido que desempeñarse como vendedor ambulante, ferrocarrilero, empleado de tienda, arriero, minero, contador y fabricante de baterías.