Por Norma Lorena Loeza
Thor Ragnarok. USA (2017)
- Dir: Taikia Waititi
- Reparto: Chris Hemsworth, Tom Hiddleston, Cate Blanchett, Mark Ruffalo, Jeff Glodblum, Tessa Thompson, Idris Elba, Benedict Cumberbatch, Anthony Hopkins.
Uno de los estrenos más esperados del año es esta cinta, la tercera sobre Thor el Dios del rayo y un puente para la próxima gran entrega Infinity War, por lo que se anticipaba que ofreciera información acerca de qué esperar para la gran súper producción de Marvel para el 2018.
En realidad la cinta avanza algunos asuntos, pero es más útil para explicar la ausencia de Thor y Hulk en Civil War, también incorpora a nuevas figuras del universo expandido Marvel, como el Dr. Steven Strange y todo lo hace en usando un tono fresco y diferente que tira más hacia la comedia que a la heroicidad.
Waititi le apuesta a mostrar las constradicciones del super héroe en un tono de comedia, que no ha pasado desapercibido para toda la enorme comunidad de fans de la saga. Quítenle las capas y los superpoderes, olvídense de los dilemas al estilo Shakespeare de la primera entrega y lo que tenemos es una comedia familiar entre los hijos propios, ajenos y negados de Odín. Y funciona, porque termina siendo una cinta entretenida (¿qué son los comics sino entretenimiento, a fin de cuentas?) con personajes que queremos y admiramos.
La cinta empieza dos años después de la Batalla de Sekovia, Thor es capturado por Surtur, enemigo jurado de la dinastía de Odín, que le anuncia que la temida profecía de Ragnarok, referida a la destrucción de Asgard, ha comenzado a cumplirse.
Thor logra escapar y es entonces que sabe que Hela Diosa de la muerte, hija primogénita de Odín ha decidido cobrar cara la exlcusión de su padre y reclamar el trono de Asgard. La película entonces cursa sobre los desesperados intentos de Thor por detener el Ragnarok y de cómo recluta nuevos y viejos aliados incluso algunos enemigos, como su medio hermano Loki, que a pesar de todo sigue siendo parte de esta compleja y disfuncional dinastía de Odín.
Grandes actuaciones como las que ya esperábamos de Tom Hiddleston en su bipolar papel y Mark Ruffalo como un Bruce Banner muy confundido, se acompañan de un divertidísimo Jeff Goldblum y una perversa Cate Blanchet – a pesar de que la cinta en realidad no logra consolidar el balance femenino, ni de lado bueno ni del malo- resultando en una cinta redonda que cumple con su cometido.
Un ambiente muy ochentero en su diseño, que incluye en el soundtrack del gran éxito de los setentas Inmigrant Song de Led Zeppelin, es sin duda muestra de las acertadas decisiones de Waititi, que logra un producto redondo y una de las cintas mejor construidas de Marvel.
La gente en la sala se ríe mucho, se divierte, identifica el esperado cameo de Stan Lee, se espera a las escenas del final en un ritual ya obligado para los fans del Universo Marvel. Creo que ya nos sentimos de algún modo parte de esta familia heroica y disfuncional.