
Por Eduardo Arredondo
El tan esperado primer festival de autores de cómic ha llegado a su fin y al parecer del que escribe estas líneas , dejo un grato sabor de boca, se preguntaran ¿porque?. La respuesta es sencilla… hacía mucho tiempo que en un mismo lugar no se encontraban tantas personalidades del medio cómiquero de nuestro país (y algunos hermanos extranjeros) teniendo un trato como el que se merecen y no como relleno o dejándolos en el rincón más oscuro de una convención.
Fue muy grato para su servidor poder ver la gran afluencia de personas que no dejaban de circular por cada uno de los pasillos y pisos de inmueble de Guatemala No 18, podías ver caras conocidas y nuevas por todo el inmueble, gente de todas las edades en compañía de su pareja o sus padres (un caso que llamo poderosamente mi atención fue el de un señor que llevo a su nieto a conocer comics mexicanos).

El público asistente pudo darse vuelo conviviendo con sus autores favoritos y descubriendo a otros tantos a los que tal vez solo conocían solo por sus trabajos. Este festival también fue un oasis para todo aquel que buscaba algún suvenir de su artista favorito, ya que los precios estaban al alcance de todos los bolsillos, había desde postales o pins, hasta obras originales de los más afamados artistas del medio, vaya podías encontrar cualquier cantidad de tesoros con muy poco esfuerzo (sin mencionar que nos enteramos de futuros proyectos muy interesantes de diferentes invitados, pero de los que lamentablemente aun no se pude hablar ampliamente de ellos).
Las ponencias también fueron un gran acierto, ya que los temas eran variados e interesantes (una de las mas disfrutables fue la que llevaron a cabo el maestro Ríus, el Fisgón, Antonio Helguera, José Hernández y Patricio) los organizadores supieron sacarle partido a la gran variedad de invitados con los que contaban. Pero como popularmente se dice no todo lo que brilla es oro y este dicho se pude aplicar a FESTO, ya que a mi parecer un gran error de logística fue poner en un mismo espacio (un tanto pequeño) a gigantes como Bachan, Francisco Herrera, Clement, Humberto Ramos entre otros, ocasionando que el espacio estuviera todo el tiempo saturado y siendo de difícil acceso para ver a uno que otro artista como al genial Jorge Pinto. Digo no hubiera sido mejor buscar la manera de distribuir a estos señorones entre algunos otros artistas que en comparación, sus lugares estaban muy tranquilos.

Me parece que ese es el único “pero” que le pondría a este encuentro de verdaderos talentos que al platicar con ellos estaban muy contentos de haber formado parte de este nuevo evento y satisfechos de que hubiera público para todos.
Pues no queda más que esperar que el próximo año se corrijan este tipo de “problemillas” y que sea aun más grande y con más invitados, ya que se agradece el poder contar con un evento con la calidad que ofreció este festival, larga vida a FESTO.
