Nuestro amigo Zenaido Velázquez nos recomienda desde el portal de Glenat, un par de comentarios sobre el desparecido Víctor De la Fuente. Dos maestros del cómic mundial hablan de este talento, Carlos Giménez y Joan Navarro.
- Carlos Giménez
Lo que es realmente admirable de Víctor de la Fuente, (lo que hace que le admire profundamente y que se me salten las lágrimas de envidia cuando me extasío ante sus páginas) es la calidad, la indiscutible, rotunda e incuestionable calidad de sus trabajos. Decir a estas alturas que Víctor de la Fuente es un dibujante genial no es nada nuevo. Pocas veces, contadas con los dedos de una mano, la historieta mundial (el cómic, que dicen los modernos) ha dado artistas tan portentosos, lúcidos y completos como él. Pero ¿en qué radica el genio de Víctor? ¿Cuál es el factor determinante de su arte? ¿Qué tiene él que no tengamos los demás?
- Joan Navarro
Otro mazazo. La historieta vuelve a morir con Víctor De la Fuente.
Mi vacío trato de llenarlo de recuerdos. Porque las imágenes vienen solas. Así como la alegría y el honor de haber podido ser su editor. Tal vez su último editor.
Quienes tuvieron la suerte de poder disfrutar de su exposición de originales en el Saló de Barcelona de hace un par de años sabrán siempre de su portentoso talento. Mi amigo Jordi Borràs decía que le llamaban el «Fosterito». Yo le quitaría hasta el diminutivo. El debería haber continuado «Prince Valiant» y entonces podríamos comparar. Como si lo hubiera hecho Salinas.
Mi primer encuentro con Víctor fué en Paris en mi primer viaje a la Convención de la BD, cuando yo estaba tan contento con mi primer fanzine, la «Guia Quincenal del Comic«: unos folios doblados y grapados, mecanografiados y «diseñados» en mi casa del que creo que imprimía unas 300 copias.
Me habían contado una leyenda urbana:Víctor De la Fuente era capaz de dibujar un caballo empezando por la cola, sin levantar el lápiz de la hoja.
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