
En esta pasada entrega de los Globos de Oro, no faltaron, como todos los años, discrepancias entre los espectadores, que van desde aquellos que consideran que el criterio de los jueces no fue el más adecuado, hasta los que buscan encontrar extraños intereses tras de ello. Obviamente, ninguna premiación se salva de ello, y ahora que se viene ya la entrega de los Óscares, seguramente habrá uno que otro que no esté totalmente satisfecho.
Al momento de hablar de premiaciones, y más en algo tan subjetivo como el arte, debemos de partir del hecho de que es imposible obtener un veredicto completamente indiscutible, pero es también cierto que aquellas que tratan de ser serias, buscan los mecanismos más confiables para seleccionarlos, y cuando menos los más grandes (Berlín, los Oscares, Globos de Oro, Venecia, BAFTA) tienen protocolos especialmente estrictos. Y aún así, habrá siempre elementos en discordia.
Ahora que tenemos los premios más importantes cada vez más cerca, cabe preguntarnos ¿Qué tanto podemos confiar en el Oscar?
