El espectáculo Zapata 100 se presentó el pasado sábado 23 de noviembre en el marco del 109 aniversario de la inicio de la revolución mexicana, y por supuesto en el año del centenario de la muerte del «Atila del Sur» Emiliano Zapata, en el Palacio de Bellas Artes.
Al filo de las 19:00 horas, se levantaba el telón del Palacio de Bellas Artes para dar paso al llamado espectáculo multidisciplinario ZAPATA 100, iniciando con un fragmento de la obra “Las mujeres de Emiliano”, de Conchi León.
Cabe mencionar que todo el espectáculo estuvo coordinado en su montaje por el maestro Enrique Singer, el cual nos comentó en entrevista exclusiva que este espectáculo nació para mostrar los diferente grupos con los que cuenta la Secretaría de Cultura, siendo el 80 % del espectáculo, creado de manera exclusiva, diseñado en tiempo record, logrando un espectáculo “afortunado”.
Y es que la aportación de la Compañía Nacional de Teatro (CNT), se centró en una obra que bien pudo haber sido presentada en alguna sala del CENART o algún espacio de cámara, de los fragmentos de la obra “Una marca en el corazón”, “El silencio de las Campanas”, resultó ser la “La parte que le corresponde” la mejor lograda, la más estructurada y con mejor aporte, sin caer en provocaciones y propagandismos. Además de ser la que más interés despertó en el público asistente.
No así la aportación la Orquesta del Teatro de Bellas Artes, (OTBA), pese al trabajo de los Solistas Ensamble, Coro de Madrigalistas y Orquesta del Teatro de Bellas Artes, bajo la dirección de Ludwig Carrasco, que intentaron interpretará ruan desafortunada pieza dedicada al caudillo, la cual no hizo ver ni sincrónica, ni organización, no potencia de voces de los interpretes de Recuerdo aEmiliano Zapata, de Carlos Jiménez Mabarak.
Sin duda lo mejor de la noche fue la de la Compañía Nacional de Danza (CND) quienes interpretaron las coreografías: “Zapata”, de GuillermoArriaga, basada en la obra Tierra de temporal, de José Pablo Moncayo; y precisamente la única obra se tuvo que ajustar al ya de por si ajustado esqueleto del espectáculo.
Miliano, de Irina Marcano, inspirada en la composición La leyenda de Miliano, de Arturo Márquez, fue lo mejor de la noche, se noto el compromiso de los chicos que forman parte de la compañía nacional de danza, se vio una compañía plena, que conmovieron las lágrimas y fibras del corazón del respetable, dejándonos con la reflexión de que si más “Milanos” hubiese en nuestro país otra sería la historia de nuestro país y de la construcción de su tejido social.