Antes que los vigilantes nocturnos, o los súper hombres, anticipándose a los hijos de la guerra atómica o los héroes oscuros, existieron los héroes de folletín, y sin duda alguna el príncipe de las novelas por entregas y posteriormente referente del cine mundial es El Zorro, quien con sola una icónica marca, la famosa “Z”, nos ha llevado por generaciones y generaciones a vivir sus aventuras.
Desde su concepción en 1919 en la novela por entregas “La Maldición de Capistrano”, la obra de Johnston McCulley ha despertado la nostalgia, primero de los niños que semana a semana se congregaban en los cines de barrio, movidos por la ilusión de la mágica pantalla de plata, la misma que hacía que adultos abarrotaran las salas ansiosos de aventuras, transitando a los jóvenes contemporáneos, llamados más por el atractivo de la pantalla de cristal o las tiras cómicas. Desde su tímida creación Don Diego de La Vega, ha ejercido una extraña fascinación, por su doble identidad, siendo diametralmente opuestas ambas. Un vengador avecindado en las praderas californianas que fuera catapultado a los cines por el fundador de United Artist, Douglas Fairbanks, quien lo convertiría en un referente del cine de aventuras, en una marca, como la de El Zorro, arquetipo de cualquier héroe de la Cultura Pop, creación que posee características tan únicas que le permiten saltar entre épocas, países, trajes y hasta nombres sin dejar de ser el mismo.
El Zorro ha trascendido su heroísmo, es sin duda la piedra angular de toda la cultura de los caudillos enmascarados, inspirando la creación de otros personajes como Durango Kid o Joaquín Murrieta, minero mexicano, del cual muchos dicen McCulley se inspiró, y que coincidentemente ambos personajes en la ficción tendrían al mismo en enemigo en común para algunas de sus aventuras: El Capitán Love. Su génesis es tan polémica, como la paternidad del mismo, muchos dicen que McCulley se inspiró en héroes reales como el hacendado José María Ávila, que en 1930 defendió el territorio californiano, o en varios de ficción como Dick Turpin o The Scarlet Pimpernel; pero muchos dicen que fue Fairbanks quien realmente lo convirtió en lo que es y detonó el fenómeno como personaje de ficción con sus películas, “The Mark of Zorro” (1920) o “Don Q, Son of Zorro” (1925). Sin embargo no hay que olvidar que no fue hasta “Zorro, Rides Again” producida por Republic en 1937, que el primer señor de la noche adquirió la imagen con el que se inmortalizó: sombrero negro de ala ancha; máscara hecha con medio paliacate; camisa y pantalón negro con bordados blancos en cuello y cinturilla del pantalón; cartuchera-cinturón para espada y pistolas; así como guantes y botas negras. Llegando a su conceptualización definitiva con la segunda adaptación del “Mark Of Zorro” de 1941, producida por Warner Bros, con las actuaciones de Tyrone Power y Basil Rathbone.
Asimismo Zorro tiene muchas curiosidades en torno al universo cinematográfico, ha estado más de 70 veces en pantalla, y ha tenido desde las aventuras más heroicas hasta las cómicas versiones de George Hilton como fue “Locos, Locos, Locos Zorros” de 1981 o famosos e inverosímiles italianas “Tres espadas del zorro” de 1963, “Zorro y los mosqueteros” de 1962, “Zorro en la Corte de Inglaterra” de 1969 y del mismo año “Zorro contra el imperio de Napoleon”, transitando por la encarnación de Alain Delon de 1975 titulada simplemente ”Zorro”, así como nuestros mexicanos Rodolfo de Anda en 1976 con “La Gran Aventura del Zorro” o Fernando Allende en 1980 con “Duelo a Muerte”, y también sus versiones cómicas con Adalberto Martínez “Resortes” en 1947 “El Nieto del Zorro” o Germán Valdez “Tin Tan” en 1950 con “La Marca del Zorrillo”. Y es que después de Estados Unidos, sin duda Italia y México son las dos naciones que más han contribuido al mito del Zorro. No podemos dejar de mencionar la rarísima, “Aventuras Eróticas de Zorro” producida en Francia en 1972. Hablar de toda la filmografía del Zorro es extenso, y tenemos pocas líneas hoy, incluso las versiones de Banderas y Rodríguez son recordadas a la perfección por nuestra generación.
La televisión es uno de los lugares que han albergado al anti héroe, destacando la el Serial que Disney produjo en 1957, protagonizada por Guy Williams. 30 años después New Wold Televisión, nos trajo la magistral y entrañable serie de “The New Aventures of Zorro”, rodada en su totalidad en España entre 1988 y 1990, cuatro temporadas de la exitosa serie fueron producidas, en la que destacaba la participación como Don Alejandro Padre de Diego del célebre Efrem Zimbalist Jr., recientemente fallecido en 2014, así como la mexicana Patricia Martinez. Mención aparte merece la sui generis: “Zorro, la Espada y la Rosa”, tele serie protagonizada por Christian Meier, Marlene Favela y Héctor Suárez Gómiz, en 2007, cuestionable melodrama de Telemundo y RCI, con una impecable producción, vestuarios, escenarios y hasta edición, sin contar las escenas de acción perfectamente logradas.
Los cómics no han sido ajenos a las aventuras de Don Diego De la Vega o su descendencia, llámese Rafael, Miguel o Alejandro. Los cómics albergaron a nuestro icono sobre todo en la segunda mitad del siglo XX en historietas inspiradas en la serie de Disney, a través de su propia editorial DELL en Estados Unidos, trascendiendo a toda Latinoamérica, como sucedió en versiones editadas en Argentina por Zig Zag en 1968; o Ediciones Colombianas en 1977; en los 80 Gillete y Grupo Televisa publicaban los ahora ya clásicos e inconseguibles Magicuentos, y claro que Zorro tuvo su versión (algunas de éstas ilustran nuestra nota).
Nuestro paladín en los siguientes años transitó lo mismo por las páginas de la casa de las ideas, hasta enfrentar a Drácula cortesía de la marca de tarjetas Topps; incluso confrontando en un crossover al héroe al que inspiraría dentro y fuera de su tira cómica: sí, el quiróptero. Hasta que por fin en este milenio encontró un lugar donde se dignificó su imagen en Dynamite, donde actualmente se publican sus aventuras desde 2007.
Hoy día las aventuras de El Zorro las puedes seguir gracias a PANINI México.