Tras de que las cintas en 3D fueran uno de los grandes reclamos en taquilla, parece que el interés está decayendo, pues incluso en las películas que están repuntando fuertemente en taquilla, como Toy Story 3, las versiones en este formato están teniendo una menor cantidad de espectadores que con los lanzamientos anteriores. Al parecer, una vez agotada la fiebre, el público está volviendo a lo ya conocido. De acuerdo a algunos analistas, la solución estaría en hacer el formato competitivo económicamente, pues la gente sólo pagaría un precio muy elevado por ver algo tecnológicamente avanzado una sola vez, lo que no es benéfico para la industria en general