Después de más de un año de que los niños de México se chutaron chorromil capítulos de esta serie-telenovela, que no daba precisamente el mejor ejemplo a los niños y los adolecentes de México, en primera instancia. Promoviendo formas de conducta, valores y modelos sociales, fuera de contexto, comportamientos que eran llevados a las calles y a las casas de los chicos en nuestro país.
Marco Flavio Cruz y Luis De Llano M. creadores de otros éxitos televisivos como Alcanzar una Estrella y Baila Conmigo, que en otro tiempo eran buenos, pues cumplían con su función de divertir, y que desde hace lustros no tenían un éxito de este tipo, y por lo visto le dieron al clavo copiando y deformando está telenovela de origen argentino. La explotaron, la extendieron, se excedieron y llevaron al límite lo burdo, lo peor es que después de verlo en televisión abierta, creo que ya se les ocurrió hacer la película o la serie.
Ojala, el domingo, espero, veamos por última vez en pantalla a Mateo, Patitio y Antonela, entre otros personajes tan odiosos.