Cloverfield, Monstruo, Estados Unidos 2008
Por Matt Reeves
Con Lizzy Caplan Jessica Lucas y T.J. Miller
[rating:4.5/5]
Cloverfield es un hito en la historia del cine en mas de un aspecto
No es una «película» en el sentido convencional, es una experiencia audiovisual
Cloverfield es la primera cinta «full-blockbuster» creada con el concepto «reality», pero más que una referencia a un reality-show barato, infiere un fondo avant-garde que va desde el Cinéma Vérité, hasta el proyecto Dogma 95 (Lars Von Trier)
Lo mejor:
- Ir en contra de Los «clichés» de Hollywood (como diría Samantha: sin chicas colgando del precipicio de la mano del héroe)
- Ausencia de caracterizaciones absurdas (el científico sabio, el heroe invencible, el presidente sensible…)
- Los personajes no tienen la sensación de «tener una razón de ser«
- Los personajes viven o mueren sin saber cuando, donde o cómo
- El monstruo (problema, amenaza, etc) nunca es «bautizado«
- El nombre «indefinido» de la propia cinta
- No es difícil encontrar este lenguaje visual y narrativo en videos de Youtube
- No tenemos la típica escena «indiana jones» de los protagonistas corriendo de frente a la cámara con la explosión-roca rodante-avalancha-o-lo-que-sea detrás
- Verdaderamente apreciar la frase de un personaje cuando dice algo como: «Esto es una pesadilla»
- No hay un «final» definible
- La historia (y sus detalles) está «demasiado incompleta» para ser de Hollywood
- El diseño de audio es soberbio
- El diseño pesadillexco del monstruo
- Las extrañas «criaturas parásito» logran una secuencia «de culto» en el tren subterráneo
- El cartel
- Y sobre todo la novedad, es una cinta verdaderamente inesperada, original y excitante que logra motivar a alertar los sentidos hacia cada detalle visual y sonoro
Lo peor
- La cinta es complicada visualmente, algunos en la audiencia podrían incluso marearse
- No recomendaría esta cinta a alguien a quién le gusta conocer «todo» de una historia (o de hecho esperar que le cuenten una historia)
- Dado su éxito comercial, podría originar una ola de «reality-films» de pobre manufactura
- Haber visto el trailer antes de ver la cinta
- La espera por una secuela