Por Norma Lorena Loeza
Conversations with a killers: Ted Bundy tapes. USA (2019)
Creador: Joe Berlinger.
Como una más de sus apuestas seguras, Netflix lanza esta mini serie documental de cuatro episodios, que conjunta entrevistas y material original pero sobre todo, ofrece secciones del audio de más de 100 horas de grabación, producto de una entrevista que el propio Ted Bundy, concediera los periodistas Stephen G. Michaud y Hugh Aynesworth.
Quienes podríamos pensar que nada nuevo hay que decir o saber acerca del asesino en serie más popular de la Unión Americana y uno de los más famosos en el mundo, es claro que no equivocábamos. La serie ha despertado un profundo, extraño y hasta morboso interés, por escuchar la historia -esta vez narrada por el propio Ted Bundy- acerca de cómo fue que sucedieron los eventos que acabaron con la vida de 36 mujeres jóvenes en tres estados de la Unión Americana.
La serie combina los segmentos de grabación, con imágenes de la época, fotos, y entrevistas con los entrevistadores, su familia, amistades, vecinos e incluso con una de las víctimas que consiguió sobrevivir. Una buena edición y la sobre posición de las diferentes versiones, permiten al espectador/a tener una visión más global de lo sucedido.
El documental también parece señalar la necesidad de replantarse la violencia y el asesinato en términos que aún hoy carecen de respuestas contundentes y que apuntan hacia diferentes formas de acercarse a un fenómeno complejo. Desde la normalización de la violencia, el papel de los medios, el efecto de la sicosis colectiva y la falta de respuestas sólidas – aún hoy en día- acerca de la naturaleza de la maldad, la serie también muestra que lamentablemente siguen siendo problemas actuales y vigentes.
Para nadie es un secreto que esta imagen de asesino a sangre fría, seductor, inteligente y apuesto se convirtió en una especie de “rock star” que los medios, el cine y otras formas mediáticas, pronto convirtieron en objeto de culto. El encanto por el depredador, ha sido objeto de muchos análisis, pero es imposible no repensarlo como un producto cultural, justo ahora que vivimos cifras tan alarmantes de violencia hacia las mujeres en todo el mundo.
La historia de Bundy confirma que desgraciadamente, muerto el perro no se acaba la rabia y que los depredadores y feminicidas siguen patrones muy semejantes de dominación, sujeción y control hacia las mujeres, aún hoy en día. El desequilibrio de Bundy no explica por sí solo, porque la violencia y el acoso hacia las mujeres no se terminan a pesar de tanto avance en criminología, ni por qué causa tanto interés en el público, a pesar de que sigue siendo un acto brutal y condenable.
Al final, es claro que la serie cumple el cometido de asombrar, pero también de lamentar que desde los años 70 a esta fecha, las mujeres sigamos siendo objeto de tanta violencia, que se nos considere desechables ante la portentosa figura del depredador y que no sepamos todavía bien a bien porque es que existen tantos monstruos entre nosotros. Si, la verdad si da miedo, incluso más que una película de terror.