Por Norma Lorena Loeza
Dark. Alemania (2017)
- Creadores: Helmer Baran bo Odar y Jantje Friese
- Reparto: Louis Hofmann, Oliver Masucci, Jördis Triebel, Maja Schöne, Sebastian Rudolph, Anatole Taubman, Mark Waschke, Karoline Eichhorn, Stephan Kampwirth, Anne Ratte-Polle, Andreas Pietschmann, Lisa Vicari, Angela Winkler,Michael Mendl.
La plataforma Netflix sigue desarrollando propuestas que trasforman la forma en que consumimos contenidos a nivel mundial. Después del enorme éxito de Stranger Things con apenas dos temporadas, la plataforma decide no dormirse en sus laureles y lanza su primera producción exclusiva de hechura alemana, que logra sorprender a un público ávido de contenidos diferentes, inteligentes y poco predecibles. Sobra decir que la serie cumple cabalmente con este cometido.
Dark podría ser de inicio la “gemela perversa” de Stranger Things: un niño se pierde en el bosque de un pequeño pueblo alemán cercano a un misterioso bosque y a una planta nuclear. Sin embargo, Dark opta por una mirada oscura de las historias humanas de quienes habitan en el pueblo, en donde las tragedias son resultado de decisiones tomadas dentro de una visión dinámica de la temporalidad. Presente, pasado y futuro aparecen conectados por lo que en realidad poco cambia en las vidas de las personas: el amor, el rencor, la compasión, la venganza.
Este pequeño pueblo de aparentes vidas sencillas, y en donde “nunca pasa nada” se vuelve en un hervidero de conflictos, llevando el infierno grande a barreras dimensionales van más allá de la comprensión cotidiana.
La serie es un relato magistral sobre el tiempo en distintos planos, recuperando otras ideas que existen en las tradiciones y en la ciencia ficción. Máximas conocidas como no interferir en el pasado para no alterar el presente y el futuro o el hilo rojo del destino de las leyendas populares chinas, están presentes en un complejo entramado en donde todo está conectado, pero curiosamente, no escrito: hay posibilidades para abrir disyuntivas producto de la decisión.
La serie está ambientada de modo melancólico, en medio de una pertinaz lluvia, que asemeja un llanto constante, completando la atmósfera con soundtrack excelente.
Los diez capítulos de esta primera temporada pasan volando y por supuesto, el enigmático final deja con ganas de mucho más, por lo que ya esperamos ansiosamente una segunda temporada.