Hace apenas dos años, moriría de forma realmente inesperada Satoshi Kon, uno de los maestros del anime, y considerado dentro de la lista de los 10 mejores directores japoneses. Este hombre fue realmente un fenómeno, pues sin menospreciar el trabajo de otros grandes, tuvo la increíble combinación de talento artístico y sentido comercial, que le permitió transformar la percepción del mundo, que dejó de ver al anime como monitos orientales para niños, y lo convitió ante sus ojos en material artístico. Con trabajos en su haber como Paprika, Perfect Blue y Tokyo Godfathers, no es necesario decir más, su obra habla por sí misma. No cabe duda, a pesar de este tiempo, aún se le extraña.