Ya pueden leer la segunda parte de este interesantisimo tema en StromBreaker
El cómic o la historieta mexicana se convirtió en la fuente de lecciones de vida a seguir. Los virtuosos triunfaban al final, los malosos recibían su castigo ejemplar, hasta los rateros se redimían como «Ruperto Tacuche», de La familia Burrón, historieta donde doña Borola soñaba con ser rica, tener una criada llamada Jennifer, como la de su amiga «Cristeta», y no tener que hacer milagros para darle de comer a su prole. El mundo parecía menos complicado, no había por qué buscar los tonos oscuros o malignos alrededor de las historias.