El 24 de noviembre pero de 1991, moría en Kensington víctima de las complicaciones de VIH SIDA, solo un día después de comunicar oficialmente que padecía esta enfermedad , apagaba su fulgurante luz el que ha sido considerado como el “showman” más grande de la historia según la revista Classic Rock Freddie Mercury.
Nacido en un país que ya no existe, Zanzíbar en ese tiempo colonia inglesa bajo el nombre de Farrokh Bomi Bulsara, quien a la postre se convertiría en un icono y revulsivo de una generación completa bajo el nombre de Freddie Mercury, junto a Roger Taylor, Brian May y John Deacon formaron una de las bandas más emblemáticas de la historia de la música: Queen, bajo el virtuosismo vocal y la grandilocuencia proyectada sobre el escenario, transformo canciones en verdaderos himnos que aun a esta actualidad , siguen tan vigentes como el primer día, canciones vibrantes como rapshody bohemy, o la infaltable en algún triunfo deportivo “We Are The Champions”.
No hay adjetivos suficientes para describir su personalidad capaz de hacer vibrar al unísono millares de almas como cuando en su única visita a México proyectada para el Distrito Federal no pudo llevarse a cabo ahí porque el entonces regidor de la ciudad considero que era una mala influencia para la naciente rebeldía de la juventud mexicana de ese tiempo tuvo que encontrarse de emergencia un lugar donde se llevara a cabo tan esperado concierto; el único lugar que dio las facilidades ese sábado 17 de octubre de 1981 el estadio Ignacio Zaragoza en la ciudad de Puebla; boleto en mano, miles de personas se trasladaron con para ver a su grupo favorito, o ese mítico verano del 86 en el estadio de Wembley que es recordado como uno de los mejores recitales ofrecidos por la agrupación ; vivió siempre sin compromisos y sin falsa moral, la vivió abiertamente y en eses sentido también fue un revolucionario, lamentablemente toda revolución tiene víctimas y él fue una de ellas, envuelto en la vorágine del éxito exacerbado y de un ambiente por demás propicio, un mundo que aún no tenía plena conciencia de a que se enfrentaba, quizás para cuando Mercury oyó por primera vez de la mortal enfermedad, está ya corría por sus venas arrasando sus defensas, por eso hoy lo recordamos.
Cientos de anécdotas podrían contarse de él, lo único cierto es que ya no está entre nosotros víctima de la pandemia más grande que ha azotado a la humanidad; no hay vuelta de hoja pero siempre que alguien vibre bajo el influjo de su música y su voz extasiante, lo recordaremos y a través de sus canciones que se mantienen resonantes como hace tres décadas,solo nos quedara decir, God Save The Queen, Que Dios Salve a ala Reina!!!