Es uno de los portadistas más productivos de México, y con toda seguridad el hecho de que su trabajo sea tan demandado por las editoriales mexicanas dedicadas a la publicación de historietas obedece a la calidad de sus trazos. Óscar Bazaldúa, nacido en 1967 y con casi 20 años trabajando profesionalemente en la industria del cómic, platicó con La Jornada de Oriente sobre su carrera, recientemente algo más difundida gracias al éxito que ha tenido el título Místico, dedicado al luchador de moda y del cual él es el artista que traza las portadas.
–¿Cuándo y dónde comenzaste a dibujar?
–En realidad dibujo desde que tengo uso de memoria, como creo que casi todos los que gustamos de esto, pero ya en más forma a los 18 años llegué a ser ayudante del maestro Sixto Valencia; comencé con él proyectándole fotonovelas, y él las entintaba; él me enseñó a copiar para aprender de dibujantes como Neal Adams, Rudy Nebres o Nestor Redondo, entre otros; le ayudaba también haciendo el Memín; lo proyectaba también, de las revistas viejitas en sepia.
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