No hay quien pare a los otakus. Más bien, todo lo contrario: por primera vez en su historia, y coincidiendo con el décimo aniversario de su nacimiento, el Salón del Manga y la Cultura Oriental de Madrid – Expomanga 2011 ha superado los 29.000 visitantes.
Concretamente, 29.024, lo que marca un importante aumento respecto de los 27.816 asistentes de la edición de 2010. Y ello pese a las dudas que en la organización despertaba la doble amenaza de un tiempo inestable y de un cambio de ubicación mastodóntico, con su traslado a la planta baja del Palacio de Cristal de la Casa de Campo: «las increíbles colas de público bajo la lluvia el sábado por la mañana no hacen sino demostrar que Madrid se ha convertido, por méritos propios, en una plaza ineludible para la celebración de la cultura oriental en su sentido más amplio», comenta Emilio Gonzalo, máximo responsable del evento. «La aceptación de Expomanga por parte de los incondicionales de toda España es una realidad a todos los niveles. Estoy muy orgulloso de lo que estamos consiguiendo año tras año».
Más allá de la espectacular respuesta del público, la colaboración de la Embajada de Japón se antoja fundamental para la evolución del evento, porque remarca la importancia institucional que el país nipón otorga a esta fiesta de su cultura moderna y tradicional. En palabras de Adrián Santamaría, Subdirector del Salón, «la inauguración a cargo del Excmo. Sr. D. Fumiaki Takahashi ha sido recibida con alegría y fervor renovados por los asistentes a Expomanga. Y que el pueblo japonés pueda sentir esa conexión con la juventud española a través de una convocatoria como esta es realmente emocionante. Personalmente, no puedo esperar a saber qué pasará en 2012». Queda un año para la próxima cita, pero el objetivo está claro: alcanzar los 30.000 otakus abarrotando el Palacio de Cristal. «En términos de asistencia, es nuestra aspiración inmediata, por supuesto», concluye Santamaría. «Pero más allá de cifras y cantidades, la idea con la que trabajamos en la AEAC desde hace más de una década es la de lograr que en Madrid el Noveno Arte se considere como merece». Parece que van por buen camino.
