Por Norma Lorena Loeza
Get Out. USA 2017
Dir. Jordan Peele
Reparto: Daniel Kaluuya, Alison Williams, Bradley Withford, Catherine Kenner, Caleb Landry Jones.
Pocos géneros han sido tan desdeñados por la crítica, los premios y el público como el thriller, propuesta situada entre el suspenso y terror, que corren en muchas ocasiones con la misma suerte. Sin embargo, hay excepciones destacadas que logran – incluso partiendo de los mismos lugares comunes – sorprender a la audiencia, ofreciendo una genuina perturbación y un tema de largas y extensas discusiones acerca de su verdadero sentido. Este parece ser el caso de esta interesante cinta.
Jordan Peele logra con su ópera prima uno de los thrillers más destacados de los últimos tiempos, usando para ello las claras influencias que le dan nombre al género. En este caso, se trata de una pareja interracial, que va en camino a que ella le presente al nuevo novio a sus padres y familia. El asunto ya es tenso, ella vive en un condado conservador donde se sabe hay prejuicios raciales y discriminación hacia la población afroamericana.
El ambiente es raro desde el principio, mezcla de conspiración y paranoia. El asunto sube de tono en una reunión familiar en donde todos parecen pertenecer a una secta extraña. Llegado a esta parte, la cinta recuerda a ratos a La Danza de los vampiros (The fearless vampire killers, R. Polansky,1967), Ojos bien cerrados, (Eyes wide shut, S. Kubrick, 1999) o El Pueblo de los malditos, (Village of the damned, J. Carpenter, 1995).
Sin embargo, Peele logra remontar las influencias propias del género, en una profunda crítica hacia las hipócritas buenas conciencias que justifican el racismo y los crímenes de odio, debido a los más acendrados prejuicios e ignorancia.
Esta reflexión es lo que hace que la cinta crezca y muestre el lado más irracional y aterrador de la intolerancia. No, quizás no haya nada nuevo bajo el sol… pero sí quizás motivos para profundos para reinventar el miedo y desenmascarar los motivos que nos han llevado a hacer de nuestro mundo un lugar aterrador e inseguro debido al racismo y la discriminación.