Uno de los grandes temores mostrados por Alan Moore, la primera vez que se hizo la propuesta de llevar Watchmen a la pantalla, era que la serie abrevaba completamente del lenguaje del cómic, que buscaba usar los recursos del mismo que otros medios no tenían, y que por ello era infilmable. Ahora, viendo la versión de Znyder, que de hecho está muy apegada, y bastante bien lograda, parece hacernos entrar en una paradoja. La cinta luce buena, pero extrañamente le da la razón a Moore.
Básicamente, Znyder reconstruye el cómic en una forma visual, al grado de que muchas escenas están copiadas de forma fotográfica de las viñetas. La misma explota esos lenguajes visuales, al grado de que lo que tendremos frente a nosotros es una historieta animada. En cierta forma, nos probó que sólo podía filmarse si se tomaba el lenguaje del que surgió, lo que demuestra que, en el fondo, el autor no estaba tan errado.