Según Carlos Maroto, experto en el personaje, gracias a la serie “las ventas de los cómics subieron como la espuma y Bob Kane (co-creador de Batman) comenzó a exhibir sus pinturas en galerías. Millones de dólares eran gastados en comprar recipientes de Batman, teléfonos, linternas, muñecos, etcétera.” Debido al éxito del programa, que desató toda una “batimanía”, un auténtico fenómeno pop, se realizó un largometraje en 1966, que fue dirigido por Leslie Martinson, contando con el mismo elenco de la serie.
En la serie Batman desfiló una enorme cantidad de estrellas, que usualmente formaban parte de la galería de villanos, como lo fueron Vincent Price (Egghead), Burguess Meredith (The Penguin), César Romero (The Joker) o Frank Gorshin (The Riddler), con quien West forjó una gran amistad. Aparecer en la serie se volvió una especie de moda, todo mundo quería estar en ella, incluso se dice que el mismo Frank Sinatra deseaba aparecer en Batman.
Lamentablemente, poco a poco el programa comenzó a perder audiencia, además de que la producción del mismo se elevaba cada vez más, por lo que la tercera temporada de la serie (transmitida de septiembre de 1967 a marzo de 1968) sería la última. Ni la aparición de la guapa Yvonne Craig, incorporada como Batgirl para acallar los tontos rumores de relacion entre Batman y Robin (interpretado por Burt Ward), así como para ser un atractivo visual, pudo salvar a la serie de su fin.