La Gaceta de España ha publicado un interesante estudio sobre los niños que ven la televisión en la nación ibérica.
El 52,49% de los niños que ve la televisión por la tarde está expuesto a programas que transmiten violencia; sexismo; infidelidades; falta de respeto; visión superficial por la vida ajena y uso de un lenguaje soez, según se desprende de la segunda parte del estudio ‘Informe sobre el uso y los contenidos de televisión’.
Este estudio, difundido hoy en una rueda de prensa por el presidente de la Asociación Valenciana de Consumidores y Usuarios (Avacu), Fernando Móner, y el conseller de Educación, Alejandro Font de Mora, asegura que la mayoría de espacios en esta franja horaria son telenovelas, ‘reality shows’, programas de testimonios o concursos, mientras que apenas existen dibujos animados.
Según este estudio, en los dibujos, el personaje más violento suele ser el guapo o atractivo, que siempre tiene una justificación aparente para sus actos (aunque sea absurda) y aparentan que sus acciones violentas no tienen efectos como el dolor, el daño o incluso la muerte.
Del informe, que analiza un total de 150 horas de grabación de ocho cadenas no de pago a finales de 2007, se observa que un 30,13 por ciento de los menores ve un mínimo de dos horas entre semana la televisión, mientras que un 65,1 por ciento lo hace los fines de semana o festivos
A pesar de estos índices, la programación destinada a este público infantil es «escasa» en la mayoría de cadenas abiertas de televisión. De hecho, tan sólo una de las ocho emisoras no de pago estudiadas dispone de una programación infantil en las tardes de lunes a viernes.
Así, en horario de tardes, de 17.00 a 20.00 horas (horario reforzado de protección infantil) las televisiones ofrecen telenovelas; programas sobre crónica social y de actualidad; programas sobre crónicas del corazón; ‘reality shows’; programas de testimonios; concursos; venta de productos por televisión; series o películas no recomendadas para menores de 13 años y programan sin ningún tipo de clasificación respecto a la edad.
En este sentido, los niños están expuestos, entre otros, a contenidos «nada recomendables«, según Móner.
Los padres opinan que existen grandes cortes publicitarios en los que se bombardea a los niños con anuncios, y que, en algunos mensajes, se confunde la felicidad, la diversión o el ‘status’, y se crea la necesidad de poseer lo anunciado. Así, el mensaje de la publicidad es ‘para poder contar con la aceptación de nuestros iguales, para tener éxito, hay que adquirir o utilizar ciertos productos o servicios’. Ante ello, desde la encuesta se recomienda enseñar a los menores a consumir racionalmente y evitar el sobreconsumo.
Nota completa en LaGaceta.