En la mesa dedicada a los medios informativos especializados en cómics y su relación con el medio, que en la Feria del Libro compartida por José Miguel Alva, Everardo Ferrer, Paco Espinosa, Rodrigo Vidal y su servidor, hubo un comentario que quisiera resaltar.
Paco Espinosa, conductor del popular programa de radio on-line ComicConexion, comentó que una característica del periodismo especializado en cómics (mi hermano Ferrer prefiere el término «temático») es la usual falta de una remuneración económica, ya que la gran mayoría de los que han invertido parte de su tiempo libre para realizar reseñas, cubrir eventos e incluso crear proyectos editoriales (como creadores de cómic en sí o como promotores) realizan esta labor sin pago de por medio.
Pronto las fotos de la conferencias de ayer.
Esto me pareció muy interesante, pues es cierto: la calidad de la investigación y los textos, programas, críticas y reseñas resultantes pueden variar mucho dependiendo de la presencia de un pago, aunque no necesariamente esto es una regla. Como dicen, el dinero no lo estodo…¡pero cómo ayuda! Claro que ante la comodidad de un pago (y ante la urgencia o necesidad de incrementar su constancia) también pueden hacerse reverendas cochinadas express, sin importar el peso o tradición que tenga un medio.
En el otro lado de la balanza, se encuentra el punto de vista del periodista (o aspirante a serlo) que si bien jamás puede ser objetivo (a menos que uno sea un cyborg), debe ser cuidadoso de no dejarse llevar totalmente por su lado de fan o admirador, ya que de esta forma siempre estaría dedicando sus esfuerzos a los mismos autores o personajes, lo cual no es ni sano, ni atractivo.
Un punto que también salió a relucir es el auge de los blogs que, sin contar con una estructura económica (y a veces organizacional) que los mantenga, se han vuelto referente para más de un lector y punto de reunión obligado. Ante la proliferación de blogs informativos, que pueden ser tan serios o informales como sus múltiples colaboradores lo deseen…¿cómo definir las características del periodismo comiquero, si es que existe? ¿En verdad es necesaria una seriedad periodística o, como comentó Paco, es cuestión de relajarse y aprovechar la variedad de ofertas y ángulos que se ofrecen sobre el tema, sin desgarrarse las vestiduras? ¿El tema del cómic necesita de un periodismo serio o sólo hay que verlo como entretenimiento? ¿Es inútil u ocioso buscar su profesionalización? ¿De qué depende?
En lo personal, si bien nunca he estado a favor del uso de pseudónimos en un escrito informativo (aunque tengo buenos amigos que los utilizan y se divierten haciéndolo) o las descargas de cómics nuevos bajo el pretexto del costo ( lo que me parece un truco muy pobre para ganar rating), me da gusto saber que al menos desde hace uno o dos años (tal vez menos) la mayoría de las páginas, programas y publicaciones que dedican su espacio al cómic están «jalando» para el mismo lado, revalorando a los clásicos y disfrutando de la oferta comiquera del presente, proponiendo e interactuando con el fin de documentar la escena historietil, porque a fin de cuentas todos queremos lo mismo: que se lean más cómics, de una u otra forma.
El periodismo comiquero podrá ser una moda (o tal vez no), pero aun así creo que es un buen momento para experimentarlo. Eso sí, cada lector o escucha elegirá la calidad de su experiencia. Y cada reportero, articulista, editor, bloggero o conductor decidirá la calidad de lo que quiere y puede ofrecer.
*Esperamos obviamente el comentario del buen Santiago Fernández a estos comentarios mafufos, producto de la breve charla en el Zócalo.